Por quinta vez, el cantautor español Alejandro Sanz pisa el escenario de la Quinta Vergara. El autor de conocidos éxitos como Amiga Mía y Corazón partío vuelve al Festival de Viña del Mar con una triunfante carrera internacional, que le ha concedido cuatro premios Grammy y 24 galardones en la versión latina de la instancia.

Su primera vez en el certamen, hace 30 años, sigue siendo recordada por el público. Se trataba de la 35° versión del evento, en 1994, que en esa ocasión fue transmitida por Megavisión en asociación con la cadena mexicana Televisa.

El madrileño integraba el jurado de la competencia internacional, en dónde también participaban Paulina Rubio y Bebu Silvetti. En ese contexto, Alejandro Sanz se presentó el 20 de febrero, la penúltima noche del Festival de Viña del Mar.

El debut

El público esperaba ansioso la llegada del cantante de 24 años al escenario. Así, Antonio Vodanovic fue el encargado de presentar al músico, quien usó estas palabras para presentarlo: “Pisando fuerte, camina deprisa en el mundo del éxito, la revelación de los años 90. Con ustedes, ¡Alejandro Sanz!”.

El alarido del público fue claro y se escuchó fuerte. Lo que no se oían eran los instrumentos. “Buenas noches, a todos, parece que tenemos un pequeño problema con el teclado, lo solucionaremos en un momentito”, dijo un joven Alejandro Sanz.

“Alejandro, vamos a esperar un instante, solamente para conectar ese teclado”, dijo Vodanovic. Ante las pifias del público, el animador invitó al compositor a improvisar, instándolo a que cantara flamenco. Y así lo hizo, aunque se enfrentó a otro contratiempo: su guitarra tampoco se escuchaba. A pesar de ello, siguió interpretando casi a capela Esclavo de tus besos, de Camarón de la isla.

Si bien el show se desarrolló después con normalidad, el debut de Sanz quedaría grabado para siempre en la historia de Viña. “El monstruo aplaudía. Alejandro, a pesar del éxito, abandonó el escenario llorando de rabia”, comentó Miguel Ángel Arenas, quien era su mánager en ese entonces, en el libro Anécdotas de él conmigo mismo.

Al rescate llegó el Sol de México, quien cerraba esa edición del festival. “Luis Miguel nos metió en su suite del hotel, donde había montado su cuartel general, e intentó arropar a Alejandro. Era algo que en aquellos momentos solo podía hacer otro gran artista, alguien que como él supiera lo que estaba pasando Alejandro”, contó el exrepresentante del español. A la habitación no solo llegó Sanz, sino también su connacional Miguel Bosé.

Este último, de hecho, invitó al debutante en la Quinta Vergara a cantar con él. “En esto entra la solidaridad y no puedo evitar solidarizarme con alguien que ayer sé que lo pasó muy mal, que es un colega, un compañero que está aquí en el jurado con nosotros. Alejandro, súbete a cantar”, dijo Bosé. Nada en particular fue la canción que interpretaron juntos en la última noche de la 35° versión del Festival de Viña del Mar.

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