El fuerte sello albiceleste que marcará el Torneo Nacional 2023

Leandro Fernández es una de las caras nuevas de la U. FOTO: AGENCIAUNO

La próxima semana comienza el campeonato de Primera División, con una marcada presencia argentina. Diez de los 16 técnicos son transandinos y también más del 90% de los refuerzos extranjeros. En un mercado austero, resaltan los jugadores que retornan a Chile.



Parafraseando a Julio Martínez: “Y ahora, a lo nuestro”. Quedó en el pasado la fiebre mundialera y se retoma la actividad local de manera oficial. La entrada será la Supercopa, este domingo, en Sausalito. El plato de fondo está reservado para el próximo viernes 20, cuando Magallanes y O’Higgins abran el telón del Campeonato Nacional 2023. Será la Academia, flamante monarca del Ascenso, la que inicie la competencia, en su reestreno en la división de honor luego de 36 años. Por su parte, el campeón Colo Colo comenzará la defensa de su corona en la Región de Atacama, ante un debutante en la categoría: Deportes Copiapó.

El certamen deberá afrontar y encausar diversas situaciones que aparecen en el horizonte, como la seguridad y los estadios. Ante la imposibilidad de contar con el Nacional y con San Carlos de Apoquindo durante el año, se restringen las alternativas, en particular para las universidades. Por lo mismo, Santa Laura será “la casa” del fútbol justo en el año de su centenario. Además, hay que agregar que el torneo se detendrá durante el desarrollo de los Juegos Panamericanos de Santiago, entre octubre y noviembre, coincidiendo con la recta final de la competencia (entre las fechas 26 y 27 pasará poco más de un mes).

El campeonato tendrá un marcado sello transandino, partiendo por las bancas. Se puede decir, sin temor a equivocarse, que el fútbol nacional prefiere -mayoritariamente- técnicos extranjeros. Diez de los 16 entrenadores de Primera son argentinos, lo que corresponde al 62,5%. El listado es el siguiente: Gustavo Quinteros (Colo Colo), Pablo Sánchez (Palestino), Ariel Holan (U. Católica), Manuel Fernández (Audax Italiano), Pablo De Muner (O’Higgins), Francisco Meneghini (Everton), Gerardo Ameli (Unión La Calera), Gustavo Álvarez (Huachipato), Mauricio Pellegrino (U. de Chile) y Héctor Almandoz (Copiapó).

La representación nacional corre por cuenta de Jaime García (Ñublense), Damián Muñoz (Curicó Unido), Gustavo Huerta (Cobresal), Ronald Fuentes (Unión Española), Fernando Díaz (Coquimbo Unido) y Nicolás Núñez (Magallanes).

La cuota es mayor respecto a cómo terminaron los equipos de Primera en 2022: ocho locales y ocho de afuera. Si se compara con el inicio del año pasado, ahí había más “variedad geográfica”, debido a las presencias del colombiano Santiago Escobar en la U y del venezolano Juan Domingo Tolisano, en Antofagasta.

En el Ascenso ocurre todo lo contrario. El torneo de la B, que comenzará el fin de semana del 11 y 12 de febrero, tiene preponderancia de técnicos chilenos: 12 de 16. El 75%. Los foráneos son los argentinos Juan José Luvera (La Serena), Dalcio Giovagnoli (Rangers) y Germán Cavalieri (Unión San Felipe); y el uruguayo Francisco Palladino (Wanderers).

“La respuesta del plantel es muy buena, se interpreta el mensaje, se desarrolla en el campo y por momentos logramos imponerlo por sobre la idea de juego del rival. Noto un crecimiento individual y colectivo a diario”, indica Gustavo Álvarez, el nuevo estratega acerero. “La fase ofensiva y defensiva a lo largo y ancho del campo va a ser un reto constante de mejoras. Creo que para cuatro semanas de trabajo el desarrollo del funcionamiento del plantel es positivo”, añade.

La fuerte presencia de entrenadores extranjeros va de la mano con que los últimos campeones tienen, precisamente, uno de afuera al mando. La última vez que un DT criollo ganó la Primera División fue en 2016, con el bicampeonato de la UC de Mario Salas.

Refuerzos

En el marco del modesto mercado de pases en el país, se destacan dos grandes grupos de incorporaciones. Uno es el de los argentinos. Haciendo una revisión de los foráneos que se han incorporado (léase, los que ocupan cupo de extranjero), hay una supremacía brutal de los transandinos. Hasta el cierre de esta nota, se cuentan 27 arribos en total, de los cuales 25 son de jugadores transandinos. En esta dirección, resalta Coquimbo Unido, que ha renovado casi toda su plantilla y sumó a cuatro argentinos que se estrenan en el balompié chileno: Bruno Cabrera, Matías Palavecino, Dylan Glaby y Salvador Sánchez. No se cuenta a Rodrigo Holgado, quien volvió a los aurinegros, porque ya estaba en la liga chilena (en Curicó).

¿Y quiénes son esos dos no transandinos? Uno es el delantero paraguayo Arnaldo Castillo, quien llegó a O’Higgins desde la Universidad de Concepción. El otro es el venezolano Reiner Castro, refuerzo de Copiapó, que proviene desde Deportes Temuco. Desde los guarismos, no hay contrapeso.

Guillermo Burdisso fichó en la UC.

Si de nombres nuevos se trata, sobresale Guillermo Burdisso. Por trayectoria y clubes en su currículum, es la incorporación de mayor cartel. El defensa de 34 años, hermano de Nicolás Burdisso (otro exjugador y seleccionado de su país), llegó a Católica con el aval de Ariel Holan, quien solicitó su fichaje. En su carrera tiene pasos por la Roma, Boca Juniors, Galatasaray e Independiente, entre otros. Su último equipo fue el Deportivo Cali de Colombia. Tiene una sola presencia en la selección argentina. Fue en 2010, con Diego Maradona de técnico.

Dentro de los nuevos elementos de la liga local, hay de todo. Unos llegan de latitudes cercanas, otros desde el otro lado del globo. Es el caso de la última incorporación de Magallanes. Se trata del ariete argentino Felipe Cadenazzi, cuyo último equipo fue el Seoul E-Land surcoreano.

En lo global, la cantidad de incorporaciones por club no es homogénea. En un extremo del mapa aparecen los que han cambiado radicalmente su plantel. Son los casos de La Calera y Coquimbo, los que más han sumado nuevos nombres. Tanto cementeros como piratas llevan 15 refuerzos cada uno. En las antípodas está Everton. El cuadro viñamarino solo cuenta, hasta la fecha, con tres llegadas: el arquero Claudio González, el volante Bryan Soto y el ariete Sebastián ‘Sacha’ Sáez.

De vuelta

El otro grupo importante de incorporaciones tiene que ver con los que retornan a Chile, sean nacionales o no. Respecto a esto, Colo Colo es un ejemplo nítido. El Cacique remeció el mercado repatriando a Carlos Palacios, quien llega a Macul a préstamo por un año desde Vasco da Gama.

“Lo que más motivó es ser hincha del club y que mi familia estuviera de acuerdo en dejar Brasil para llegar a Colo Colo. Este es el desafío más importante de mi carrera y quiero dar una alegría a todos los colocolinos”, dijo el ex Unión Española, en su presentación. Además del oriundo de Renca, los albos trajeron de vuelta a Leandro Benegas y a Ramiro González, ambos desde la Primera División argentina.

Carlos Palacios

Si de regresos se trata, hay que mencionar a Eugenio Mena. El lateral izquierdo cerró su etapa en Racing Club de Avellaneda para incorporarse a la Católica, que ya en el último tiempo había ocasionado las vueltas de Mauricio Isla y Fabián Orellana. Este último no sigue en el club, al no cumplir con el cartel de figura que traía desde España.

Al igual que el Keno, uno de los protagonistas del especial periodo de pases en Chile (arrancó en diciembre) fue Marcelo Díaz. Poniendo punto final a su etapa en Libertad de Paraguay, todos los caminos del mediocampista lo conducían hacia el CDA, el anhelo de los fanáticos de la U. Sin embargo, aquello no sucedió y terminó firmando con Audax Italiano, en donde disputará la Copa Sudamericana. La apuesta de los itálicos también corrió en traer de regreso, desde México, a Gonzalo Sosa. El goleador del torneo 2021 con Melipilla (anotó 23, igual que Fernando Zampedri) está de vuelta en Chile tras un año en el Mazatlán.

Hay más. Luego de cinco años en Sporting Cristal, el zaguero argentino nacionalizado chileno Omar Merlo retornó al fútbol local. Es uno de los fichajes de Curicó Unido, de cara al gran desafío que significa la Copa Libertadores, que disputarán de manera inédita. Un compañero de Merlo en Perú también emprendió el viaje de vuelta. Diego Buonanotte solo estuvo un semestre en la tienda cervecera y volvió. Pero no a la UC. Firmó en Unión La Calera.

Como éstos, los casos de los retornados abundan. Desde Cristopher Toselli y Gonzalo Collao, hasta Javier Parraguez. Con todos los bemoles de la industria, queda muy poco para el inicio de una nueva liga. Por ende, una nueva ilusión.

Sigue en El Deportivo

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.