La inflación británica se desacelera bruscamente en junio y sorprende al mercado

El mercado esperaba que la tasa del IPC en los 12 meses hasta junio caería al 8,2%.


La inflación británica cayó más de lo previsto en junio y fue la más baja en más de un año, situándose en el 7,9%, según datos oficiales que aliviarán en parte la presión sobre el Banco de Inglaterra para que siga subiendo con fuerza los tipos de interés.

La libra esterlina cayó cuando la Oficina de Estadísticas Nacionales dijo que la tasa de crecimiento de la inflación de los precios al consumo fue la más baja desde marzo del año pasado, pero se mantuvo por encima del ritmo de crecimiento de los precios en muchas otras economías grandes y ricas.

Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que la tasa del IPC en los 12 meses hasta junio caería al 8,2% desde el 8,7% de mayo, alejándose del máximo de 41 años de octubre del 11,1%, pero aún muy por encima del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra.

En mayo, el Banco de Inglaterra dijo que estimaba que la inflación de junio caería al 7,9%.

La inflación subyacente —una medida que excluye los precios de los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco y que el Banco de Inglaterra vigila de cerca para medir las presiones subyacentes sobre los precios— también cayó más de lo previsto, situándose en el 6,9% desde el 7,1% de mayo, su nivel más alto en más de 30 años.

Los economistas encuestados por Reuters habían anticipado que la medida básica del crecimiento de los precios se mantuviera en el 7,1%.

La inflación de los precios de los alimentos se redujo del 18,3% registrado en mayo al 17,3%, lo que sigue constituyendo una importante carga para las finanzas de muchos hogares.

Se prevé que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés por decimocuarta vez consecutiva el 3 de agosto, tras haber aumentado ya su tipo básico al 5% en mayo, desde el 0,1% de diciembre de 2021.

El primer ministro, Rishi Sunak, prometió a principios de año reducir la inflación a la mitad para finales de 2023, antes de las elecciones nacionales previstas para 2024, un objetivo que el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, ha calificado de difícil.

El Partido Laborista, en la oposición, que ocupa un lugar destacado en los sondeos de opinión, ha acusado al Partido Conservador de Sunak de presidir una “catástrofe hipotecaria”, en un momento en que los propietarios de viviendas ven cómo se disparan sus costes de endeudamiento.

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