Con la potente Lightning inició su presentación Charli XCX en la jornada final del Primavera Sound Santiago. En su debut absoluto en nuestro país, la inglesa de 30 años, sacudió a su audiencia con un pop electrónico y bailable, aunque mucho más oscuro que el de su coterránea Dua Lipa.

Para esas horas, pasadas las 21.30, la fanaticada acusaba el cansancio de los 3 días de festival y -excepto los más entusiastas- gran parte del público siguió el show sentados en el suelo sintético.

Es que con su último álbum, Crash, de marzo de este 2022, Charli XCX -el alias de Charlotte Emma Aitchison- dejó más de lado el sonido experimental definido como hyperpop y abrazó sin tapujos al dance pop y al synth pop. En base a ese disco estructuró la presentación. Así pasaron Constant repeat, Party 4 u, Beg for you, Hot in it, Boom clap, Boys (que la dedicó a los hombres gay presentes), Good ones, entre otras.

Charli XCX despliega un pop bañado en autotune, plástico y con vocación masiva. En escena solo es ella, su voz, y las bases. Aunque por otro lado derrocha sensualidad, baile, energía y apela constantemente al público. Por ejemplo, pidió que la gente repitiera un par de frases en el clásico juego pregunta/respuesta, y cada tanto preguntaba “Are you Ok, Santiago?”, “Are you ready?”, con un guiño al eurobeat noventero.

La inglesa compensa lo básico de su puesta en escena con su arrasador carácter, el que puso con todo en escena. Todo descansa en ella. De hecho, y en algo parecido a una declaración de intenciones, no usa cuerpo de baile, algo habitual en las estrellas pop. En cuanto al despliegue de visuales, su uso fue simplón y poco atractivo.

Por supuesto, un ineludible fue su pegadizo single I love it, de 2012, con el que alcanzó la fama y fue bailado por el respetable. Eso sí, esa canción fue una colaboración con el dúo Icona Pop. Pero a la gente, en la noche profunda de Cerrillos, no le importó.

En este 2022, el objetivo de Charli XCX es convertirse en una estrella de pop más convencional. De hecho, Crash es publicado por Atlantic Records, que entre otros, tiene a otros artistas pop como Cardi B, Ed Sheeran o Sia. Aunque eso sí, es su último disco con la discográfica. Es que en este momento, Aitchison quiere hacer las cosas diferentes.

El credo para Charli XCX es parecerse más a lo que reza un manual de estrella pop, abandonando cualquier pretensión de autenticidad. Lo reconoció en una reciente entrevista con The Guardian: “Las personas que lo llevan demasiado lejos son mejores que las personas que no lo hacen. No quiero sentirme seguro en manos de músicos que admiro, quiero sentirme como: joder, no sé qué van a hacer a continuación”.

Por ello, siendo consciente de una mayor exposición, comentó a Rolling Stone: “Casi siento que el título de este álbum se está convirtiendo en una profecía autocumplida. Me siento muy explosivo en este momento. Me siento muy al límite, a veces en el buen sentido, a veces en el mal”.

Además, con Crush adquirió una estética menos futurista y mucho más sensual, como una Janet Jackson de siglo XXI. “He querido mirar más al pasado que al futuro. Me han asociado a un sonido futurista, lo cual me encanta, pero llegó un momento en que todo se volvió un poco previsible, para mí y para quien me escuchaba. Quise ser un poco más nostálgica, en lugar de mirar adelante”, señaló con El País.

¿Irá a funcionar la apuesta? Solo los fans conocen la respuesta. Al menos por entusiasmo parece que sí, aunque si no dirige el rumbo hacia canciones más recordables, ni a un show con mejor producción, corre el riesgo de anotarse en la poco célebre lista de artistas que se quedaron en el camino.