"Esta decisión sólo viene a profundizar el error que ya cometimos en los años 90", dijo ayer el PS Marcelo Díaz, frente a la venta de cuatro empresas sanitarias.

El diputado socialista hacía alusión al proceso privatizador que inició el gobierno de Eduardo Frei, cuando se enajenó el control de Esval, la primera de un grupo de sanitarias -entre ellas, Emos- que reportarían al Estado unos US$ 1.800 millones.

La imposibilidad financiera del Estado para ejecutar inversiones en modernización de la infraestructura y servicios sanitarios -tratamiento y disposición de aguas servidas y construcción de alcantarillados- fue el argumento que utilizó el entonces mandatario, al enviar al Congreso en 1995 la Ley 19.549, que autorizó la transferencia de hasta un 65% de la propiedad de las empresas al sector privado.

Ayer, Frei criticó el plan de Piñera. El senador no sólo cuestionó el valor tentativo de la transacción, también dijo que al contrario de lo que pasó en su gobierno, hoy la medida es inconsulta y los recursos no se requieren. "Es un gran regalo de Pascua. Las empresas sanitarias le reportan al Fisco cerca de 100 millones de dólares anuales, por lo que cualquiera que compre lo va a hacer con ese flujo de caja", dijo Frei.