Incluso antes de comenzar a filmar Terminator (1984), circulaba el rumor sobre que James Cameron, por entonces un veinteañero, era el próximo prodigio de la ciencia ficción. Tras leer el guión de la cinta que protagonizaría Arnold Schwarzenegger, los ejecutivos de Fox quedaron tan impresionados que decidieron entregarle al director canadiense la posibilidad de encargarse la retrasada secuela de Alien (1979). Eso sí, había una condición: Terminator tenía que ser un éxito. Está demás decir que Cameron terminó dirigiendo y escribiendo Aliens: el regreso (1986).
Hoy se cumplen tres décadas desde el estreno en EE.UU. de la segunda cinta centrada en el monstruo xenomorfo, una que se podría considerar incluso más influyente que su antecesora al minuto de establecer el tono del futuro de la saga.
Y es que la cinta de Scott era básicamente un estudio de personaje de su protagonista, Ellen Ripley (Sigourney Weaver), mientras era perseguida por los claustrofóbicos pasillos de la nave Nostromo por el grotesco alienígena. Un concepto que difícilmente se podría haber repetido en una secuela sin sonar repetitivo. Cameron fue el hombre de la solución. Transformó el horror de la cinta en un film de acción, en donde Ripley y un grupo de marines espaciales activamente comienzan a dar caza a estas criaturas. El director se inspiró en la Guerra de Vietnam, con los humanos representando a los norteamericanos, en teoría más avanzados tecnológicamente, y los aliens al Viet-Cong, una sociedad que si bien era más primitiva, aprovechaba su entorno natural para derrotar violentamente a sus enemigos.
El mismo Ridley Scott ha reconocido los méritos de su par canadiense al minuto de expandir su universo original. "Nunca se podría haber hecho una secuela igual de aterradora, porque ya la viviste la primera vez. Lo que Cameron hizo entonces fue una excelente película de acción. Es muy difícil lo que consiguió", aseguró.
Pero para que Aliens viera la luz, debió sortear un tortuoso camino de producción. Los problemas comenzaron desde el personaje principal; Ripley. Weaver se había negado por años a realizar una secuela de la cinta, disconforme con las ideas que existían al minuto de seguir la historia de su papel. Finalmente el guión de Cameron la convenció, aunque no sin antes ella misma devolverlo con indicaciones y cambios a los diálogos de su personaje. Pero disposición era una cosa, sueldo era otra. Weaver recibió 35 mil dólares por filmar la primera cinta. Esta vez, su agente pedía un millón. Fox intentó todo para eliminar a Ripley de la historia, pero su director tenía la palabra final: O la heroína volvía, o él se retiraba. Cameron lo tuvo a su manera.
Las filmaciones también pusieron en juego el completar la cinta. Cameron ya se encontraba lo suficientemente frustrado con el presupuesto limitado que se le otorgó (US$17 millones), a lo que se sumó un equipo complejo. El director debió trabajar con los trabajadores sindicalizados de los estudios Pinewood, en Inglaterra, quienes se negaban a completar las extensas jornadas de filmación que exigía el canadiense, y para colmo, en una tradición muy británica, tenían que interrumpir el rodaje cada cierto tiempo para tomar té. Cuando Aliens se comenzó a grabar, Terminator no se había estrenado en el Reino Unido, por ende Cameron era un desconocido sin prestigio para sus subordinados. Terminó despidiendo a su asistente de dirección y al director de fotografía, cosa que casi le costó un motín del resto del equipo. La filmación se completó, aunque las tensiones nunca desaparecieron.
Pero Aliens logró estrenarse, siendo un éxito de taquilla y de críticas. La cinta dejó para la posteridad algunos de los efectos especiales más impresionantes para la época, donde hasta el día de hoy perdura la imagen de la temible reina alien, la que a falta de efectos digitales, se debió crear con una marioneta controlada por 16 personas.
La película también marca el momento en que Ellen Ripley se transformó en un ícono absoluto del cine de acción. Si en la primera cinta, ya demostraba su voluntad de sobrevivir, aquí no solo escapaba de las criaturas, las combatía directamente, y de forma más efectiva que sus compañeros masculino (buscar en Youtube; "get away from her, you bitch"). Weaver fue nominada al Oscar por su actuación, la primera vez en que una actriz conseguía tal reconocimiento por una película de este género.
El 23 de julio, el elenco y equipo de la cinta, con Cameron y Weaver incluidos, se reunirá en la Comic Con de San Diego para celebrar las tres décadas de la cinta.