Para los integrantes de 47 Soul, las giras son un tema especialmente complicado. El cuarteto, formado hace casi tres años en la capital de Jordania por un palestino, un sirio y dos jordanos, ha debido lidiar desde el principio con las diversas restricciones fronterizas que rigen en gran parte de Medio Oriente, como también con ciertas costumbres ancestrales que, por increíble que parezca, impiden que uno de los músicos visite el hogar de otro.

Son precisamente esos problemas los que los músicos tomaron como eje de su trabajo, con la libertad como bandera de lucha y una propuesta musical que combina hip hop y electrónica con elementos del dabke, ritmo tradicional de países como Líbano, Siria y Palestina. Una fusión de estilos que les dio fama entre los jóvenes de Ammán y otras zonas del mundo árabe, y que en el último año dio el salto hacia el circuito europeo, con celebradas presentaciones en grandes festivales como Glastonbury y Womad U.K.

"Tenemos los mismos problemas que cualquier persona de nuestra zona, si fuéramos un grupo de ingenieros también tendríamos inconvenientes para viajar y con las visas. Pero nuestra idea es transformar estas mismas limitaciones en temas sobre los cuales cantar", explica al otro lado del teléfono Tareq Abu Kwaik antes del debut de 47 Soul en Sudamérica, fijado para el próximo 13 de febrero en la versión chilena del festival Womad, en Recoleta.

"Para nosotros es algo increíble ir a Chile, porque sentimos que nuestra música, que es de la calle, del pueblo, está muy ligada a la cultura latinoamericana. Además, sabemos que en Sudamérica hay grandes colonias de palestinos. Aunque tenemos muchas diferencias culturales, nos intriga la reacción que genera nuestro trabajo en gente de diversas partes del mundo", cuenta el músico y MC, que se presenta bajo el alias de El Far3i.

A Chile, la banda llegará luego de editar su primer disco de estudio, Shamstep, un EP de cinco canciones en las que conviven los sintetizadores y el fraseo rapero con instrumentos como el mijwiz. Es el caso de I dont care where your are from ("No me importa de dónde vienes", en español), tema que promueve la aceptación de las diferencias y el fin de las fronteras, resumido en la historia de un joven enamorado que sufre con el sistema tribal de matrimonios arábicos.

"Ahora mucha gente de nuestro pueblo ha empezado a usar nuestra música en sus casamientos, parejas jóvenes. Eso es increíble, porque creemos que estamos reflejando el sentir de una nueva generación, significa que estamos generando cierto efecto cultural", cuenta Abu Kwaiw, quien tras su debut en Chile prepara una gira con el grupo que pasará por Australia, Bélgica y su primera actuación en Estados Unidos.

Nuevos desafíos para un colectivo que, según El Far3i, rechaza el activismo pro palestino ("no queremos predicar", asegura ) y busca más bien llevar el dabke a las grandes audiencias del mundo. "Queremos expandir esta música tradicional, tal como pasó en su momento con el reggae jamaiquino. Que el mundo conozca los problemas de nuestra zona", explica.