En el teatro, Paz Yrarrázaval lo hizo todo. Estuvo en los escenarios, en las aulas, en la televisón y hasta grabó dos discos, uno con poemas de Gabriela Mistral y otro sobre la muerte de García Lorca. Hace cinco años, su carrera fue truncada por una artritis reumatoide que la obligó a abandonar sus clases en la Escuela de Teatro de la UC y que, hace dos años, la dejó postrada en cama. En un departamento en Providencia vivió hasta la madrugada del domingo, cuando cerca de las 2 de la mañana falleció debido a las complicaciones de la enfermedad.

La carrera de Paz Yrarrázaval comenzó en los años 50, cuando ingresó al Teatro de Ensayo de la Universidad Católica (Teuc). En 1954, un año antes de su egreso, Paz Yrarrázaval debutó en los escenarios con Martin Rivas. Esta adaptación de Santiago del Campo que reproducía el carácter costumbrista de la novela de Blest Gana fue dirigida por el profesor de Teuc Germán Becker, quien la acompañaría al año siguiente en la fundación de la compañía de teatro Ictus junto a otros estudiantes. "Paz Yrarrázaval tenía mucho carácter y sentido crítico. En Teuc se encontró con Jorge Díaz y Mónica Echeverría. Los tres estaban disconformes con la visión de teatro que estaban recibiendo y se fueron. Así nació el Ictus, que partió adaptando obras clásicas y llevando el teatro a las poblaciones", cuenta María de la Luz Hurtado, autora de Un siglo de dramaturgia chilena.

Sus próximas andanzas serían en radio y televisión. Participó en más de 300 radioteatros, con la voz profunda que la caracterizaba. "Ella hacía clases de voz y fumaba mucho en todos lados, en el escenario, en la sala. En ese tiempo fumar no era tan controversial como ahora", recuerda Paula Sharim, ex alumna de la actriz y actual integrante del Ictus.

De la pantalla chica, Paz Yrarrázaval fue pionera. En 1964 fue parte del nacimiento de los "teleteatros dominicales" de Canal 13 y después participó en numerosas teleseries.

Otra de sus creaciones fue la compañía de Teatro de Cámara, la cual fundó en 1978 junto a su sobrina, la actriz Ana María Palma. "Ella fue una gran guía para mí, en teatro y como mujer frente a la vida", comenta, al tiempo que rescata el paso de Yrarrázaval por Ictus: "Allí consolidó lo que ella creía que era importante: hacer teatro no confesional pero sí testimonial de los valores cristianos frente a la vida". Algunos de los montajes del Teatro de Cámara fueron Alamos en la azotea (1981) de Egon Wolff, Demential Party (1983) de Fernando Josseau y una adaptación de Pantaleón y las visitadoras (1989) de Vargas Llosa. "Fue una actriz fundamentalmente centrada en personajes dramáticos. Siempre conservó el espíritu de los teatros universitarios: obras de nivel en que por sobre la masividad estaba la calidad", cuenta Juan Andrés Piña, crítico de teatro de La Tercera.

Por esos años Paz Yrarrázaval comenzaba una labor más administrativa que actoral cuando, tras la muerte de Eugenio Dittborn, la asumió la dirección de la Escuela de Teatro de la UC, cargo que volvió a tener entre 1990 y 1996. En septiembre de este último año, al dejar la dirección de la escuela y, con sed de actuar, llegó a Tres mujeres altas, donde interpretaba a una anciana de 92 años que recuerda su vida de joven, como modelo, mientras va dejando al descubierto su materialismo, xenofobia y antisemitismo. "Esta mujer es netamente producto de una sociedad consumista y materialista, donde los únicos valores que hay son figurar, arribar, ser alguien", señaló en ese momento la actriz.

Hoy, a las 14 horas, se realiza una misa en la Iglesia de la Anunciación (Plaza Pedro de Valdivia) y sus restos serán enterrados en el Cementerio Católico.