El activo trabajo de uno de los intelectuales chilenos más prolíficos se detuvo ayer con la muerte, a los 87 años, del destacado profesor de Filosofía Humberto Giannini Iñiguez.
Nacido en San Bernardo en 1927, sus inquietudes académicas le condujeron en 1953 al Instituto Pedagógico y, cinco años más tarde, a ser nombrado Profesor de Estado en Filosofía por la Universidad de Chile, de la que llegaría a ser Profesor Emérito y director de la Cátedra Unesco para esa disciplina.
Figura clave en el debate inaugurado a partir de la Reforma Universitaria a fines de los '60, enfrentó, tras el Golpe de Estado, el cierre del Departamento de Filosofía de la Casa de Bello, del que entonces era director. "Me llegaban reprimendas, no me ascendieron durante mucho tiempo", recordaría mucho después.
Tras estudiar Hermenéutica y Filosofía de la Religión en la Universidad de Roma, donde estuvo dos años becado por el gobierno italiano, Giannini focalizó buena parte de su investigación en la metafísica del lenguaje.
En 1985 fue publicada una de las obras más reeditadas en su tipo en lengua castellana: Breve Historia de la Filosofía, título que nutre el amplio catálogo bibliográfico del autor, entre cuyas obras destacan Desde las palabras (1981), La reflexión cotidiana: hacia una arqueología de la experiencia (1997) y La metafísica eres tú (2007). Durante los últimos años, se convirtió en una de las voces universitarias que con mayor fuerza entraron al debate para defender la idea de una educación pública y gratuita.
Reconocido en 1998 como Doctor Honoris Causa por la Universidad de París VIII, e integrando el mismo año la Academia Chilena de la Lengua como miembro de número, en 1999 fue distinguido con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales.
Tras lamentar su deceso, la ministra de Cultura, Claudia Barattini, subrayó el valor de su legado. "Humberto Giannini realizó un aporte sustantivo a la formación de muchas generaciones de chilenos. No sólo por sus reconocidos méritos intelectuales, sino sobre todo porque supo establecer un puente entre la Academia y los estudiantes, permitiendo el acceso al conocimiento de alto nivel a miles de personas, de manera sencilla, inclusiva y plena de sentido", señaló la secretaria de Estado.