Lobsang Sangay, un abogado graduado de la Universidad de Harvard, prestó juramento ayer como nuevo primer ministro del gobierno tibetano en el exilio y sucesor político del Dalai Lama, en una ceremonia celebrada en la localidad india de Dharamsala. El acto, al que asistieron cientos de personas, se efectuó a las nueve horas, nueve minutos y nueve segundos de la mañana, un momento considerado especialmente favorable. La asunción de Sangay como líder político tibetano se produce después de que el Dalai Lama diera a conocer, en marzo pasado, su decisión de desligarse de las cuestiones políticas para centrarse en su rol como líder espiritual del budismo tibetano. Es el tercer primer ministro tibetano en el exilio.