Una investigación inició la Superintendencia de Salud a raíz del caso de Marcia Castro Olivares (33), quien concurrió el lunes a la Clínica Dávila, con el propósito de hospitalizarse, puesto que el jueves anterior le habían comunicado que su feto de cuatro meses no vivía. Según acusa la mujer, tras comunicar que presentaba fuertes dolores, no recibió atención del personal del centro privado y abortó en el baño de su habitación.

"Me tuvieron en trabajo de parto todo el día y, finalmente, como a las seis de la tarde, comencé con dolores muy intensos y pedí ayuda porque quería ir al baño, tenía dolores. Cuando pedí la última ayuda, la matrona o enfermera le dijo a mi mamá que me llevara ella al baño. No se hicieron responsables de llevarme ni cuidarme, a pesar de que me dijeron que no lo podía hacer, porque era peligroso", aseguró Castro.

Añadió que en, ese momento, "tuve a mi bebé (...). Lo tuve en la tina".

Aseguró que luego "llegaron las enfermeras, porque vieron que mi hermana gritaba y mi mamá pedía ayuda (...). Eso me pudo haber pasado en mi casa, pero en una clínica no puede pasar, más si estoy desde las ocho de la mañana internada".

"No recibí la asistencia que necesitaba", recalcó.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, dijo ayer que la mujer fue diagnosticada tras tener una pérdida: "Se le pidió darle un tiempo para esperar el aborto espontáneo, en lugar de inducirle el trabajo de parto. Esa es una buena indicación médica y en esta espera tuvo esta pérdida en el baño de la pieza y estamos haciendo la investigación del caso".

Esta indagación, sostuvieron ayer en la cartera, la realizará la superintendencia del ramo, que debe velar por la calidad de los prestadores.

La clínica

Mediante un comunicado, la clínica afirmó ayer que la paciente "fue internada el día programado y se realizó el procedimiento de inducción habitual en estos casos. Este culminó con el aborto por vía natural en forma intempestiva, siendo trasladada posteriormente a pabellón, donde su médico tratante le realizó un legrado uterino (procedimiento)".

Añadió que durante "el período de hospitalización, el médico tratante realizó a la paciente los controles pertinentes a su estado".

Sobre el origen del caso, el centro sostuvo que la mujer "consultó el jueves 14 de marzo por un embarazo de 18 semanas. Tras realizarse una ecografía y posterior consulta con su médico tratante, se encontró que el feto lamentablemente se encontraba sin vida".

En la declaración se añadió que, "en estos casos, el protocolo médico indica que se privilegie un aborto por vía natural. Por ello, su médico tratante le recomendó esperar hasta 72 horas para ver si la paciente tenía un aborto espontáneo. Si ello no sucedía, debía regresar a la clínica para hospitalizarse, lo cual fue programado para el lunes 18 de marzo". La clínica añadió que ayer Castro fue dada de alta.