Señor director:
Estos últimos días han aparecido en la prensa diversos casos sobre abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes. El abuso sexual es un delito sancionado por la ley, que debe ser denunciado por cualquier persona que tenga conocimiento de la situación. El abuso sexual es una forma grave de maltrato infantil que produce severas consecuencias en la vida de las víctimas en diferentes ámbitos y constituye una de las vulneraciones más graves que puede sufrir una persona, sobre todo si es menor de edad.
Cada vez que ocurre una situación de este tipo las autoridades o directivos de las instituciones involucradas deben creerle a las víctimas y alejar al agresor de manera inmediata. Es su deber ponerlo a disposición de la justicia, facilitar la investigación y dejarlo en evidencia ante la comunidad. Así disminuyen las posibilidades de que pueda tener contacto con niños, niñas o adolescentes. Esta es una buena manera de proteger a otros menores de eventuales agresiones y de privilegiar "el interés superior del niño" , tal como lo señala la Convención sobre los Derechos del Niño, y no intereses corporativos, como ha ocurrido en otras situaciones.
En Unicef estamos trabajando con los profesionales de los servicios de salud primaria para que sean capaces de detectar tempranamente los casos de abusos sexual contra menores de edad, les entreguen una adecuada atención y reparación, junto con poner los antecedentes a disposición de la justicia.
Creerle a las víctimas cuando denuncian un abuso sexual es muy importante, porque ellas necesitan sentirse respaldadas frente a la difícil situación que les ha tocado vivir. Los niños y niñas no mienten ni inventan cuando se trata de estos temas. Es muy difícil que un niño o niña relate una situación de abuso sexual si es que no la ha vivido.
Soledad Larraín
Área de Protección de Derechos, Unicef
Abuso sexual a menores
<br>