Darío Grandinetti, Hugo Arana, Juan Leyrado y Jorge Marrale son los cuatro mosqueteros del teatro argentino. En algún momento formaron una cooperativa y montaron exitosas obras en Buenos Aires. Estuvieron seis años separados, hasta que no aguantaron más y en 2008 volvieron a actuar juntos en el fenómeno teatral del año: Baraka, pieza que presentan en el Teatro Nescafé de las Artes de Santiago, desde el 2 de junio.
"La obra parece hecha a propósito para nosotros. Cuenta la historia de cuatro amigos que vuelven a juntarse después de un tiempo de no verse. Algo parecido a lo que nos pasó a nosotros en la vida real", explica Grandinetti a La Tercera. "La obra requiere de la creación de una relación especial entre los actores que nosotros ya teníamos hecha".
La pieza en cuestión, vista en Argentina por 200 mil personas, fue escrita en 2002 por la dramaturga holandesa María Goos, fue adaptada al cine y luego se presentó en el tradicional Old Vic de Londres, con Kevin Spacey como director artístico.
El personaje de Grandinetti, un funcionario público y pintor frustrado que se apropia de obras de arte aparentemente sin valor, es el que gatilla la historia y reúne al grupo. El resto está compuesto por un político corrupto, un director teatral aproblemado y un personaje que cree haber desperdiciado toda su vida.
"Es una obra coral que habla de las deslealtades para con uno mismo, con sus ideales. Son cuatro amigos angustiados y complicados. A pesar de ser una reunión de cuatro hombres no se habla de fútbol ni de política ni de mujeres. La temática es más humana, más sensible", adelanta Grandinetti. "La palabra baraka, de origen sufi, quiere decir aliento de vida, pero no significa nada en la obra. Es simplemente una suerte de grito de guerra que usan estos amigos durante su encuentro".
Baraka, que está de gira por Latinoamérica y España, se presenta en Chile entre el 2 y 5 de junio, a las 20.30 horas, y el domingo 6 de junio, a las 18 horas.