Luego de los exámenes de ADN de Lucas Azcona (22), el principal sospechoso por el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez (21), las muestras de sangre coincidieron con las halladas en la escena del homicidio, ocurrido el 15 de julio pasado, en Buenos Aires. La información fue confirmada por fuentes del caso, las que indicaron que la situación del acusado quedó totalmente comprometida.

Según informó el sitio web local TN, el perfil genético de los rastros hemáticos recogidos en paredes y veredas de la calle Don Bosco, en el barrio de Almagro, coinciden con las muestras de sangre tomadas de manera compulsiva a Azcona.

Además, el medio detalló que ahora falta el resultado de los análisis de la sangre encontrada en la ropa del imputado, aunque las fuentes dijeron que su situación, a partir de estas novedades, es "absolutamente comprometida".

Azcona había sido entregado a la justicia por su padre, quien lo identificó en un video difundido por los investigadores del crimen. Allí se ve al asesino en el momento en el que escapa de la escena del homicidio. Esta era la principal pista que lo involucraba en el caso.

Más pruebas

Luego se sumaron otras evidencias. Ayer se confirmó que el presunto victimario faltó a trabajar el día del crimen, porque se presentó en su empleo con una herida cortante en una mano. Los investigadores creen que se cortó en el momento de apuñalar a Nicole. Además, en los últimos días aparecieron otras tres jóvenes que declararon haber sido atacadas por Azcona en los días posteriores al crimen de Nicole. La jefa de personal de la empresa para la que trabajaba el acusado, confirmó ante la Justicia otros datos sobre el pasado policial del sujeto, al contar que un mes después del crimen de la estudiante chilena, fue operado de una pierna a raíz de un balazo que recibió durante un asalto.