Rocas, pasadores de oruga y chatarras usadas para transportar droga marcaron todo un hito en los decomisos que logró el Servicio Nacional de Aduanas este año en el norte. Con poco más de una tonelada de cocaína interceptada (avaluada en $ 6.390 millones), la incautación de clorhidrato creció 23% respecto de 2011, según el balance anual del organismo, donde también destacan los US$ 7,5 millones ($ 3.500 millones) decomisados en contrabando de cigarrillos, la mitad de éste, internado por el paso fronterizo de Los Andes.

"En materia de droga, este año tuvimos tres hitos mundiales en el norte", comentó Patricio González, jefe nacional de Drogas en Aduanas. "Hallamos 93 kilos de cocaína dentro de una roca de granito de seis toneladas perforada. Venían de Bolivia y se iban, vía marítima, a España para construcción. Es el segundo decomiso así en el mundo", precisó. Algunos paquetes tenían un ancla marcada que, se cree, corresponde a un cartel colombiano.

Singular para el equipo aduanero fue también la detección de 500 kilos de cocaína, que desde Bolivia venían dentro de los cilindros de los 1.800 pasadores que tiene una oruga y otros 56 kilos detectados dentro de chatarras que, adaptadas con placas de plomo, buscaban evitar el escáner. Ambas cargas iban a Africa.

"Chile sigue siendo país de tránsito, pero hemos logrado mejorar de forma óptima el trabajo analítico que hace el equipo para interceptar e intervenir cargas de riesgo, más allá de lo que detectan equipos. En el caso de la roca, hubo que picar con chuzos y taladros hasta llegar a los paquetes", graficó González.

El subdirector de Fiscalización, José Luis Robledo, destacó también el decomiso de cigarrillos por más de 7,5 millones de dólares en 187.993 cartones. El Paso Libertadores en Los Andes, dijo, fue el principal punto de ingreso, seguido de Arica. Camiones de placa argentina transportaban los cigarrillos de distintas marcas y algunos falsificados, declarándolos como papel para imprimir y cerámicas. "Hasta el año pasado era la vía marítima la más usada, teniendo en los puertos de Panamá los centros de distribución. Pero este año, la tendencia ha variado a la vía terrestre debido a los controles existentes", precisó Robledo.

En cuanto a la internación ilegal de vehículos, ésta creció casi tres veces, pasando de 124 autos (2011) a 357 este año.

Para Robledo "el control del contrabando se basa principalmente en la metodología de la gestión de riesgo y el análisis de inteligencia. Esto, apoyado con tecnología de camiones escáner y canes detectores, especialmente entrenados para detectar cigarrillos", precisó.