"Después de consumir hongos me di cuenta por qué la gráfica psicodélica es así", cuenta Román (25), quien probó hongos psilocybe cubensis, más conocidos como cucumelo, los mismos que fueron incautados por Carabineros hace unas semanas en Las Condes y por el que cuatro jóvenes fueron detenidos.

Ese decomiso puso al descubierto el mercado y uso de otros alucinógenos naturales, como las plantas de salvia divinorum, floripondio, los cactus conocidos como Peyote y San Pedro, y los hongos amanita muscaria, entre otros.

Según el subcomisario de la Brigada Antinarcóticos de la PDI, José Panozo, este mercado es "reducido en comparación al de drogas como la marihuana, cocaína base y el clorhidrato de cocaína". Panozo agregó que en los últimos tres años, sólo ocho personas han sido detenidas por tráfico de alucinógenos naturales.

Según el octavo estudio de drogas del Conace, el consumo de estas drogas representa un 0,2% del total del uso de estupefacientes. De este porcentaje, un 80% son hombres que en un 51% pertenece a un nivel socioeconómico alto. La mayoría de los consumidores tiene entre 19 y 25 años.

Síntomas

Pese a que el mercado de estas drogas es reducido y que su venta se produce por el dato entre amigos, la autoridad advierte sobre sus riesgos en la salud de las personas. María Elena Alvarado, jefa de la división programática del Conace, explicó que "estas drogas actúan sobre el sistema nervioso central. Producen una exageración de las percepciones sensoriales y pueden modificar la noción de tiempo y espacio".

Alvarado explica que incluso pueden producir sinestesia, un estado en que "los sonidos se ven, los objetos se escuchan, los olores se sienten y agrega que si bien estas sustancias no producirían adicción, son extremadamente peligrosas al mezclarse con otras drogas. Christopher, un joven de 22 años, relató que cuando bebió té de floripondio experimentó alucinaciones que calificó como "terroríficas".