CAP está tratando de flexibilizar las exigencias financieras (covenants) de tres líneas de bonos por US$ 400 millones. La firma teme que en los próximos trimestres no sea capaz de cumplir con algunas de esas obligaciones -que le exigen una relación Ebitda versus gastos financieros netos superior a 2,5 veces-, debido a la baja de sus negocios, lo que le generó pérdidas por US$ 34 millones en el primer semestre y un fuerte descenso en sus flujos.

En esa negociación, las AFP son los principales tenedores. Y una de ellas ha adoptado un protagonismo clave, dicen en la industria: Habitat compró papeles de deuda de CAP a otros acreedores, lo que elevó su posición negociadora. Fuentes del sector aseguran que Habitat logró un tercio de una de las líneas de bonos, lo que en la práctica le otorga un poder de veto para aprobar los cambios. Ello es aún más relevante porque existen cláusulas que establecen que incumplimientos en uno de los bonos gatillan obligaciones en los otros. Habitat estaría exigiendo un pago mayor por flexibilizar los covenants de CAP. La AFP no quiso comentar el caso.

Giovanni Grosso, de la clasificadora de riesgos Fitch Ratings Chile, dice que no se visualiza un cambio en la clasificación de CAP, tras haber conocido la propuesta de la compañía -que se le hizo a los bonistas y banqueros- para la renegociación de covenants. "Fitch considera que la compañía tiene una estructura financiera conservadora, con un nivel de caja adecuado, que le permitirán cumplir sin problemas sus obligaciones financieras en los próximos dos años, período en el cual se espera que la industria se debiera haber mejorado", afirmó. Las juntas de bonistas serán el 15 de septiembre.