Luego de la muerte de 96 ovejas y cabras por el ataque de perros silvestres, el lunes recién pasado, en San Pedro de Atacama (II Región), el ministro de Agricultura, Luis Mayol, anunció que el 10 de julio fue ingresado por cuarta vez a la Contraloría General de la República, la modificación al Reglamento de Ley de Caza, que faculta que estos canes sean capturados y, posteriormente, eliminados en caso de que hayan atacado ganado en áreas rurales.

Mayol añadió que la norma -que por primera vez ingresó en noviembre de 2012- "establece que los perros asilvestrados en zonas rurales, también llamados bravíos o salvajes, con autorización del Servicio Agrícola y Ganadero y previa certificación del daño, pueden ser capturados en un área determinada y en un número determinado". Mario Manríquez, jefe de la División de Protección de los Recursos Naturales del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), señaló que los ataques de jaurías han generado "la muerte de decenas de animales, ovejas especialmente. En la actualidad, los perros asilvestrados no están regulados". Explicó que, de esta manera, la modificación propone que estos canes sean considerados "especie dañina", lo que permite tomar medidas. "Concretamente, esto faculta a la persona que ve que su ganado es atacado, simplemente matar al perro", dijo.

Karen Sáez, de la organización Protección Animal, rechazó la medida: "Lo que debe haber es una tenencia responsable de esos y otros perros. Se debería aplicar un plan de esterilización y acogida a estos animales". Añadió que "no corresponde matarlos".