En medio del recrudecimiento de la violencia y el estancamiento de las negociaciones diplomáticas para poner fin a la crisis, el futuro de Siria parece incierto. Dentro de este complejo escenario cada vez se escuchan más fuertes las voces que dicen que el Presidente Basher Assad y sus partidarios están considerando trasladarse a una región del noroeste del país para conformar una especie de estado alauita. Esta rama del islam representa aproximadamente al 10% de los 22 millones de sirios, que en un 75% son musulmanes sunitas.
Según el académico sirio Muhammad Yaqoubi, Assad quiere tener como bases la ciudad de Latakia y Tartus, de donde los alauitas son originarios. Lo hace "sembrando el miedo en las ciudades y pueblos costeros", dijo el opositor al régimen en una conferencia en junio pasado en el centro de estudios británico Royal United Services Institute for Defence and Security. Yaqoubi dijo que había sido informado de estos planes por "asesores cercanos de Assad". "Este Estado será respaldado por Irán y Rusia", añadió.
Esta misma idea también fue compartida por el ex vicepresidente sirio Abdel Halim Khaddam, que desertó del régimen en 2005. En una entrevista con el diario francés Le Figaro en enero pasado, señaló que el mandatario estaba preparando la división del país. Asimismo, mencionó a Latakia como el centro de operaciones de Assad. "Desde diciembre del año pasado los misiles y armas estratégicas han sido íntegramente transferidos al noroeste del país", añadió.
A juicio de analistas, la razón detrás de este plan de escape se debe a que los alauitas temen la venganza de parte de sunitas, cuyos pueblos han sido atacados por el régimen. "El clan de Assad ha logrado comprometer a los miembros de su propia comunidad, implicándolos en la represión y en las matanzas", señaló el ex diplomático francés Ignace Leverrier al diario español El País.
"Cuando llegue el día en que no puedan evitar la caída de Damasco, los subordinados (de Assad) pueden regresar a las zonas alauitas", predijo al diario Gary Gambill, director de la publicación norteamericana Middle East Quartely. "Tienen tanta sangre en las manos que les será imposible vivir en Siria", añadió.
No sería la primera vez que se formaría un estado alauita. De hecho, Francia creó en 1922 un territorio autónomo, que dos años más tarde se convirtió en un Estado y seis años después se llamó Gobierno independiente de Latakia. En 1936, París lo incorporó nuevamente a Siria.