El Indice de Precios al Consumidor (IPC) da cuenta de la evolución de la inflación e impacta en la política monetaria, en la evolución de la Unidad de Fomento y de la Unidad Tributaria Mensual, en las fluctuaciones de las tarifas de servicios y en indexación de contratos, por ejemplo, las remuneraciones. Alejandro Fernández, socio de la consultora Gemines, explica las falencias detectadas en la metodología del IPC desde hace algún tiempo y urge a una solución transparente e informada.

Gemines ha detectado problemas de medición en rubros del IPC, como el vestuario...

Las variaciones mensuales y en 12 meses del vestuario (ver gráfico) muestran que hay un cambio evidente cuando se pasó a la canasta de 2009: se observa una mayor amplitud en las variaciones mensuales y casi todo el tiempo las variaciones en 12 meses se vuelven fuertemente negativas. En enero de 2009 hay una baja de 10,5% en el vestuario, que es bastante sorprendente y cuyo origen está probablemente en que no se empalmó bien la nueva con la antigua canasta. Ese efecto, más lo observado en los meses siguientes lleva a caídas en los precios del vestuario que, en algunas ocasiones, supera el 20%.

No hay otra explicación que un problema en la medición.

Su análisis también encontró divergencias en los arriendos…

El INE muestra que los arriendos varían cerca de 2% a fines del 2010 y suben un poquito, pero no pasan de 4% en los meses más recientes y eso parece estar en abierta contradicción con la evidencia que detectan analistas del sector inmobiliario y con la evidencia anecdótica, es decir, los comentarios recurrentes que uno escucha sobre las alzas de los arriendos.

En alguna medida, el problema también es metodológico, porque el INE tiene una muestra fija y no captura el efecto del aumento en arriendos de nuevas propiedades que entran al mercado y se queda con los arriendos antiguos, que tienen una menor velocidad de cambio y, por lo tanto, el ajuste en los precios es más lento.

Pensando en la próxima canasta, el INE debería ir reemplazando una parte de la muestra todos los años, de manera de incorporar los arriendos de propiedades nuevas.

¿Cuáles son los problemas en las remuneraciones del servicio doméstico?

Antes de la nueva canasta, el INE estimaba el costo del servicio doméstico a partir de las remuneraciones de los trabajadores no calificados, razón por la cual ese antecedente se considera como refe- rencia. También aquí el problema del INE parece ser una muestra específica de trabajadores del servicio doméstico, que da como resultado un aumento en las remuneraciones de 4,2%, una variación sustancialmente menor a la de los trabajadores no calificados.

Ustedes han detectado diferencias en estos tres sectores, ¿puede haber más rubros que presenten divergencias?

Nosotros nos hemos convencido de que en estos tres rubros hay un problema de subestimación, pero también hay otros que han levantado problemas de medición en otro tipo de productos. El informe del BCI aborda la electrónica y algunas otras cosas, como automóviles. Nosotros no tenemos evidencia para justificar problemas de medición en esas áreas.

La próxima semana comenzaría una asesoría externa al INE. ¿Una vez detectado el problema, su corrección debiera ser inmediata o esperar la revisión de la metodología del IPC en 2014?

Respecto del tema del IPC, si algún error cometió el ex director del INE fue decir que la corrección de estos problemas se iba a dejar para la próxima canasta. No es un tema infrecuente que se hagan ajustes metodológicos, pero deben ser informados. No hay argumentación sólida que impida hacer ajustes en una canasta que está operando. Es perfectamente legítimo hacerlo, pero hay que hacerlo bien. No sé si han usado al asesor externo como comodín y para justificar las cosas que se hacen y las que no se hacen, pero hasta donde recuerdo, es el mismo que ayudó a generar la canasta de 2009 y supuestamente él aprobó la metodología que está en uso y, hasta donde sé, también los cambios que se hicieron al vestuario. Está bien tener asesores externos, pero al final del día, el INE tiene que hacerse responsable de lo que hace y de lo que publica.

¿Cuándo debe corregirse el IPC?

La corrección del IPC hay que hacerla lo más rápido posible, pero hacerlo bien. Eso significa que esté muy claro qué se va a hacer, a partir de cuándo, la fecha de implementación, en definitiva, que se siga un protocolo, que es lo mínimo que se podría exigir en cuanto a transparencia y plena información respecto del tema. Si hay algo que uno puede criticar a la canasta actual, es que representa un retroceso respecto de las canastas anteriores, pues hay varios aspectos medio oscuros respecto de la metodología. Por ejemplo, se suspendió la publicación de los precios a partir de esta canasta y se dan sólo índices. En la actualidad, el IPC está en 1,5% en 12 meses.

¿Cuál sería la cifra corregida por estos tres rubros?

La medición actual, al menos, arroja un punto de error, de todas maneras. Por ello, hoy día, la inflación (en 12 meses) podría ser de 2,5% y tal vez un poco más. No quiero sonar como exagerado o terrorista, pero uno podría decir que sólo el impacto de la subestimación en el rubro vestuario podría ser de más de un punto. Por lo tanto, considerando los demás factores, el IPC podría estar en 1,5 puntos o más sin ningún problema.

Cuándo se revise el IPC, ¿cuál será su impacto en la economía?

Oficialmente, lo único que se puede hacer es comenzar a medir mejor de aquí en adelante, porque lo demás queda como está, no se puede modificar. Cuando se comience a aplicar la modificación en la medición tendrá un impacto gradual en el IPC. Por ejemplo, desde caer en forma sistemática, el vestuario va a tener una variación más neutra y eso hará que el IPC en 12 meses tienda a acelerarse respecto de lo que hemos visto hasta ahora y de ahí adelante se va a ir manifestando el ajuste en la medición.