"Mi forma de entender el mundo es siendo un artista". Alfredo Jaar da una conferencia en la Berlinische Galerie. El artista chileno radicado en Nueva York inaugura tres exposiciones paralelas en Berlín, reunidas bajo el título Alfredo Jaar-The way it is. An aesthetics of resistance. Una retrospectiva de su producción que abarca casi cuatro décadas.
"Creo que los artistas somos y creamos modelos de pensamiento de cómo observar el mundo. En estos ejercicios o ensayos de pensamientos-como arquitecto que soy- me propongo un programa y como objetivo de éste siempre está comunicar. Esa es la tarea de un artista: comunicar. Si buscas la definición de comunicación, verás que no quiere decir lanzar un mensaje; comunicar se refiere a recibir una respuesta, si no hay respuesta, no hay comunicación", dice el artista.
Del MoMa a la Tate de Londres y del Art Institute of Chicago al Centre Pompidou de París, su obra ha sido reconocida por los principales museos del mundo. Y avala sus palabras. El trabajo de Jaar provoca, no deja indiferente. Emociona. Deslumbra. Así cumple con su idea de comunicar y de encontrarse con su audiencia para crear ese espacio entre los espectadores y el arte contemporáneo por medio de trabajos que cuestionan los límites de la representación.
La galería NGBK, Berlinische Galerie y Alte Nationalgalerie son los tres espacios que exhiben las obras de Jaar. La retrospectiva hace mención a proyectos que realizó en Berlín a comienzos de los 90 y abre nuevas perspectivas sobre la actualidad política de su trabajo.
"No puedo actuar en este mundo si no lo entiendo, y trato de entender antes de actuar. Quiero cambiar el mundo y no me asusto al decirlo. Quiero cambiar al mundo porque no me gusta cómo el mundo es. Cuando era joven no era un artista, era un mago que por siete años estuvo haciendo trucos y por mucho tiempo pensé que de esta manera podría cambiar al mundo, pensé que lo haría de verdad, pero fallé y así descubrí el arte. Creo que el arte puede afectar el cambio, por esto soy un artista", recalca.
La trayectoria de Jaar lo ubica como el artista chileno contemporáneo de mayor reconocimiento internacional. Arquitecto y cineasta, ha intervenido lugares públicos y museos, tomando por sorpresa al espectador y cuestionando las formas de exhibición convencional. Jaar es capaz de diseccionar las superficies y estructuras provocando una manifestación artística que impacta por su manejo del espacio como por su interpretación sobre la sociedad y sus problemas.
El foco principal de estas tres exposiciones es precisamente la observación del artista sobre el lenguaje y el poder que concentra la imagen, así como su deconstrucción. Con una perspectiva crítica, Jaar investiga acontecimientos políticos y sociales, y por medio del tratamiento de la imagen y los textos da una mirada aguda sobre el rol de los medios de comunicación. De esta manera subraya el poder que tiene la imagen, que no busca contar todo, sino captar una sola cosa que encarne y sintetice un hecho. Lo ejemplifica con su proyecto de Ruanda de 1994, donde un millón de personas fueron asesinadas en 100 días, ante la indiferencia del mundo.
"Fui a Ruanda a ver el horror por mí mismo, y de esta experiencia trabajé durante seis años", cuenta. Lo que hizo fue informar con poesía de la tragedia. Para esto armó una secuencia de 17 portadas de la de revista Newsweek en el momento que el genocidio empezó hasta que terminó. Puso cada carátula una a lado de la otra, en orden cronológico, y debajo de cada una escribió lo que estaba pasando semana a semana en Ruanda. "Newsweek Magazine tomó 17 semanas para publicar en una de sus portadas lo que estaba ocurriendo en Ruanda. Fue un acto criminal, vergonzoso en la historia del periodismo internacional. ¿Cómo se pudo ignorar este genocidio por 17 semanas, donde un millón de personas fueron asesinadas?", se pregunta. "Ahora puedo decir que este trabajo logró cambios de pensamiento y se convirtió en un caso que se estudia en las aulas de periodismo. Este es un pequeño ejemplo de que la cultura puede cambiar al mundo".
La retrospectiva hace referencia a la intervención artística de Jaar The aesthetics of resistance (La estética de la resistencia) que presentó en el Museo del Pergamon en 1992-93, organizada por NGBK en cooperación con Daad. También a The way it was (La forma en que era), creada en 1991 en una planta baja vacía de un departamento en Berlín. Los dos proyectos pueden considerarse como ejemplos brillantes del interés de Alfredo Jaar en la historia contemporánea y las posibilidades y limitaciones de los sistemas de la imagen y los texto. En su obra, Jaar pone de manifiesto la discrepancia entre el espacio real y lo reflejado. "Tanto la obra previa de Jaar como la presente sigue siendo contingente en la actualidad. Con esta exposición, Alfredo vincula su relación con Chile bajo un contexto que jamás se había mostrado. Sin duda, es la antesala de lo que será su muestra en el próximo pabellón de Chile en la Bienal de Venecia 2013", dice Alfonso Díaz, jefe de artes visuales de la Dirac.
Desde 1974 a 2011
En la Galería NGBK el foco está en sus primeros trabajos: intervenciones públicas de contenido político realizadas en Chile entre 1974 y 1981, así como trabajos posteriores sobre la dictadura. Por su parte, en la Berlinische Galerie se conjugan cuatro grupos de obras: primero están las creadas en y para Berlín, incluyendo el proyecto del Pergamon, y la serie fotográfica A new world, que se presenta por primera vez. Luego están los trabajos sobre temas relacionados con Africa, en particular su estremecedora serie sobre Ruanda. Posteriormente, siguen las instalaciones en las que la luz juega un papel fundamental, con una reconstrucción del trabajo presentado en Documenta11 durante el 2002 y la más reciente El sonido del silencio (2011). Para finalizar está la selección de Press Works, serie en la que analiza la cobertura de la prensa sobre temas de actualidad.
Por último, en la Alte Nationalgalerie, la exhibición se complementa con dos intervenciones: 1+1+1, una instalación producida para dOCUMENTA8 (1987) que hizo a Jaar internacionalmente conocido. La obra se presenta por primera vez en 25 años en Alemania, junto con Persona, de 1987, una obra conceptualmente similar del mismo período y hasta ahora inédita.