Señor director:
La alimentación en el trabajo es considerada secundaria por algunos empleadores. No todas las empresas otorgan facilidades a su personal para que hagan una pausa y se alimenten adecuadamente.
La mala alimentación laboral causa pérdidas de hasta 20% en la productividad, según la Organización Internacional del Trabajo. Una conducta alimentaria inadecuada puede generar mala nutrición, sobrepeso, estrés y problemas de salud que se traducen en bajo rendimiento y aumento de costos por ausentismo.
Asimismo, un informe de 2010 de la American Dietetic Association aseguró que el 75% de los trabajadores almuerza en su escritorio al menos dos días a la semana. Según la Dirección del Trabajo de Chile, el empleado debe separarse de su puesto por un lapso no inferior a media hora para recuperar energías luego de la primera parte de la jornada.
Un empleado pasa un tercio del día en su lugar de trabajo, y para responder de manera óptima a sus exigencias necesita una nutrición que le permita tener una buena condición física y mental.
Las compañías están tomando conciencia de estos factores. Si los hábitos alimenticios de las personas mejoran y los empleadores respetan el horario de almuerzo, su rendimiento aumentaría. Los gobiernos también se benefician con una población bien alimentada, porque pueden ahorrar en materia de salud y recibir mayores ingresos fiscales producto del buen rendimiento de las empresas.
La alimentación saludable en el trabajo es un tema a debatir y tratar a nivel país. Si se logra, se crea un círculo virtuoso que beneficia a todos. Continúa siendo un desafío permanente.
Thierry Guihard
Director General de Sodexo
Alimentación y jornada laboral
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