Los Rolling Stones siempre estuvieron ahí: en el origen de todo e incluso antes. Alvaro Henríquez cuenta que, cuando empezaron a formarse como grupo en Concepción, conocieron al músico Gilles Marie, un amigo de juventud responsable de introducirlos en el blues estadounidense y, por consecuencia, en el legado del conjunto inglés. "Más que influenciarme como grupo, fue muy importante haber conocido a Gilles, gracias a quien nos convertimos en lo que somos. De hecho, después hicimos muchas canciones con gran influencia de los Stones, como Gato por liebre, que tienen esa cosa tipo Keith Richards o Brian Jones de los primeros años", cuenta el cantante.
Por eso, el penquista sólo despunta orgullo cuando habla de su misión de este miércoles 3 en el Estadio Nacional: ese día, cerca de las 19 horas, abrirán el show de los británicos, con una presentación de casi 45 minutos y luego de ser escogidos como teloneros por el propio grupo.
"Abrir su show en el Nacional, en nuestra casa y con una banda tan legendaria como ellos, es un honor, pero siento que todo se hace mucho más increíble y sicodélico por el hecho de que ellos nos hayan elegido. Ellos hicieron ese proceso y los escogidos somos nosotros. ¿Habrá algo más taquilla en la vida que eso? No creo", comenta.
¿Lo sienten como una suerte de revancha, luego que en 1995 desistieran a última hora de abrir su debut en el país?
Claro, ese año nos habían ofrecido telonear ese concierto, pero con condiciones que eran bastante canallas, porque en esos días recién se estaba abriendo la industria musical de Chile. Entonces, no culpo a nadie por no poder tocar, pero fue una decisión conjunta con Titae; dijimos que, si no tenemos condiciones para tocar en un horario decente y en una parte del escenario que fuera algo más buena onda, no vamos. No queríamos que nos tuvieran a las 3.30 de la tarde abriendo para ellos. Creo que fue una cosa muy política de Los Tres, de las primeras que hicimos, porque también nos ofrecieron abrirle a Clapton, pero con unas condiciones que ni siquiera eran tal, sino que eran cualquier cosa. Estoy muy orgulloso de haber dicho que no y ahora de haber dicho que sí.
¿Cuál es su etapa favorita del grupo?
Me encanta Sticky fingers y el disco con las versiones que no usaron en el álbum final, edición que salió el año pasado. Me encanta la era de Brian Jones, del 63 al 69, tengo muchos bootlegs de esos años, que son los que más atesoro.