Son como un sueño. Las primeras imágenes de sus libros nacen como vagas escenas o recuerdos difusos. Entonces Anthony Browne, uno de los más aplaudidos autores de libros ilustrados para niños, comienza a dibujar. Y lo hace como si planificara una película. "La primera cosa que pongo sobre el papel es un story board, como un director de cine. Cada pequeño rectángulo (como la escena de una película) representa una página del libro", cuenta el autor británico antes de embarcarse a Chile.

Premio Hans Christian Andersen 2000, Anthony Browne recibió el año pasado la medalla Children's Laureate, por ser "un artista sumamente distinguido y extraordinario; alguien que logra involucrar a los niños en sus libros y que ha influido en una generación entera de ilustradores". La distinción convierte a Browne en un embajador de la literatura infantil por dos años y una de las primeras invitaciones que recibió fue desde Chile.

Autor de una treintena de libros, Browne (Sheffield, Inglaterra, 1946) había estado en México, Colombia y Venezuela. Esta es su primera visita al Cono Sur. "Casi todas las personas que conocí eran amables, cálidas y entusiastas -cuenta-. Sé que esos países son diferentes y que Chile no será como ninguno de ellos, pero espero que la gente sea cálida y amistosa, como parece que son siempre los latinoamericanos".

Invitado por el Fondo de Cultura Económica y la Universidad Católica, Browne aterriza hoy en Santiago. Por la tarde, a las 18.30 horas, firmará libros en la Librería Gonzalo Rojas (Paseo Bulnes 152). Mañana visitará el Hospital Calvo Mackenna en la mañana y dictará dos charlas magistrales: a las 13 horas en el auditorio del campus San Joaquín de la UC y a las 19.30 en el edificio Telefónica. Para asistir hay que inscribirse en la web anthony.browne@fcechile.cl.

El viernes tendrá encuentros con profesores y alumnos y firmará ejemplares en la Biblioteca Plaza Viva del Mall Plaza Vespucio (17 hrs.) . El sábado, a las 18.30, estará en la librería Antártica del Parque Arauco. El domingo parte a Buenos Aires.

Formado como diseñador gráfico, Browne partió dibujando tarjetas de cumpleaños. El primer libro que ilustró fue A través del espejo mágico. Así, "descubrí lo que para mí es el mejor trabajo en el mundo", cuenta. Con un estilo culto y elegante, Browne es creador de un universo sugerente y surrealista, rico en referencias. Su primer éxito fue Gorila, al que siguió la serie sobre Willy, un mono tímido y soñador, que es su alter ego.

Enamorado de los primates, sus libros son verdaderos planetas de los simios. Browne se ha pasado horas en los zoológicos observándolos. "Son criaturas fascinantes de mirar", dice. "Mirar a los ojos a un gorila es casi lo mismo que mirar a los ojos de una persona", asegura. Además, le recuerdan a su padre, un ex boxeador grande, fuerte y cariñoso: "Pienso en papá cuando veo a los gorilas. Los gorilas son criaturas poderosas, que pueden ser agresivas, pero tienen también un lado dulce que expresan demostrando afecto y cuidado por sus familias".

Fan de Alicia en el país de las maravillas, admirador del norteamericano Maurice Sendak (Donde viven los monstruos), lector de John Updike y seguidor de Martin Scorsese, Browne suele incluir en sus libros citas al cine, la literatura o el arte universal. Desde obras de Da Vinci y Van Gogh a filmes populares como E.T. "Los niños son capaces de entender mucho más de lo que la mayoría de los adultos creen", asegura. Ex artista en residencia en la Tate Gallery, Browne piensa que lo mejor de sus álbumes es "el espacio que hay entre las imágenes y las palabras, que se llena con la imaginación del lector".