Anthony Browne es un enamorado de los gorilas. Ha pasado horas en el zoológico observándolos. "Son criaturas fascinantes para mirar", dice. El escritor e ilustrador británico siente que los primates son demasiado parecidos a los humanos: "Mirar a los ojos a un gorila es casi lo mismo que mirar a los ojos de una persona, y si miro durante mucho tiempo parece que hubiera un ser humano dentro del gorila, mirándome a mí. Es una experiencia misteriosamente estimulante". Por eso sus libros están llenos de ellos. Y por otra razón aún más personal: "Me recuerdan a mi padre".
Veterano de guerra, ex rugbista y boxeador, el padre de Anthony Browne era un hombre grande y fuerte. Un héroe para él y su hermano Michael. "Él nos animaba a ser físicos, pero había otro lado suyo que era sumamente apacible. Papá era feliz dibujando con nosotros o contándonos historias, así como enseñándonos a hacer zancadillas. Pienso en papá cuando veo a los gorilas. Los gorilas son criaturas poderosas, que pueden ser agresivas, pero tienen también un lado dulce que expresan demostrando afecto y cuidado por sus familias", dice a La Tercera.
Con un estilo elegante y surrealista, Browne se ha convertido en uno de los más admirados autores de libros ilustrados. Es una especie de "rock star" del género. Invitado por el Fondo de Cultura Económica, visitará Chile en marzo próximo. Con el patrocinio del Mineduc, dará una charla en el Centro Extensión UC.
Creador de un universo sugerente y onírico, Browne usa a los gorilas para hablar de emociones universales. Ganador del Premio Hans Cristian Andersen 2000, fue artista en residencia en la tate Gallery y acaba de recibir la medalla Children's Laurate, título bianual que entrega el Consejo de Museos y Bibliotecas del Reino Unido.
El mejor trabajo del mundo
Nacido en Sheffield, en 1946, Browne estudió diseño gráfico en la Universidad de Leeds y trabajó como dibujante médico en un hospital: tenía que retratar las operaciones. Lo abandonó al tercer año y pasó a diseñar tarjetas de cumpleaños. Para ganar más dinero, les mostró sus diseños a algunos editores y uno de ellos le ofreció hacer un libro ilustrado. Así produjo A través del espejo mágico. "Después de esto, descubrí lo que para mí es el mejor trabajo en el mundo".
Su primer hit fue Gorila, la historia de una niña cuyo padre no le da atención y sale de paseo con su mono de peluche, que cobra vida. Luego vendría la serie de Willy: un simio tímido y soñador. "Solía negar que Willy fuera yo, pero con el tiempo he tenido que admitir que quizás sea él. Crecí con mi hermano Michael, que es dos años mayor. Cuando era un muchacho, cualquier cosa que hiciera yo, él podía hacerla mejor. Uno de los motivos porque Willy es tan popular se debe a que muchos de nosotros podemos identificarnos con él. Los niños a menudo se sienten impotentes. Su mundo puede parecer controlado por hermanos mayores, padres, profesores, policías y políticos".
Fan del cine y la pintura, en sus obras se encuentran citas a Magritte, Van Gogh o a ET. "No importa si el niño no conoce la referencia, mientras tenga sentido en la historia. Desde luego los libros ilustrados a menudo son compartidos con un adulto. Y en ese caso las referencias conducen a grandes conversaciones. También me complace que un niño pueda llegar a ver más tarde algunas pinturas a las que hago referencia y reconocerlas como amigas de mis libros".