1960. La Revolución Cubana apenas arrancaba y un día Fidel Castro y Ernesto Che Guevara decidieron disputar un partido de golf. Aunque la idea era "tomarle el pelo" al Presidente norteamericano Dwight Eisenhower, amante de ese deporte, los dirigentes revolucionarios se tomaron en serio el desafío, con prensa y todo. El Che tenía cierta experiencia, pero Castro no sabía siquiera tomar los palos y consideraba que se trataba de un deporte demasiado "burgués". El ahora ex presidente cubano necesitó 150 golpes para completar un recorrido de una cancha de par 70, mientras que el Che lo hizo con 127 toques. Castro terminó enojado por haber perdido y tras el match se decretó tácitamente la prohibición del golf en la isla.
Desde entonces, este deporte fue cayendo en el olvido en Cuba e incluso Castro ordenó que la cancha en la que perdió fuese convertida en un cuartel militar, mientras que otro campo de golf fue transformado en una escuela de arte. Pero 50 años más tarde, en 2011, La Habana autorizó la construcción de cuatro lujosos resorts de golf y, paradójicamente, ha sido uno de los hijos de Fidel el mayor promotor de este deporte en la isla.
Antonio Castro Soto del Valle, médico ortopedista de 44 años, ganó a fines de abril la V Edición de la Copa Montecristo, en Varadero, en la que participaron 100 golfistas de 15 países. Antonio Castro es uno de los mejores jugadores de golf de la isla y durante años fue el médico del seleccionado nacional de béisbol. Recientemente fue nombrado vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol y de la Federación Cubana de Béisbol. De perfil político bajo, es uno de los cinco hijos de Fidel Castro y Dalia Soto del Valle, cuyos nombres comienzan con la letra A, todos derivados de Alejandro, el segundo nombre de Fidel.
Antonio sería uno de los hijos más cercanos a Fidel Castro, cuya salud ha supervisado personalmente. Cuando en 2001 Fidel se desmayó durante un discurso, fue Antonio el primero en llegar a su lado, para luego sacarlo del estrado junto a los encargados de la seguridad. También ha sido parte del equipo médico del ex gobernante, desde su crisis de salud en 2006 que lo obligó a delegar el poder en su hermano Raúl. Pero todo tiene que ver con su profesión. En 2009 fue protagonista del engaño de un exiliado cubano, que se hizo pasar por una periodista colombiana. Durante ocho meses, Antonio estuvo en contacto con esta persona a través de correos electrónicos, aunque no reveló secretos de Estado.
"Tony" Castro creció en medio del hermetismo de su padre. De hecho, conoció a sus primos (los hijos de Raúl) hasta bien avanzada edad. Hasta hace algunos años sus fotos eran escasas, aunque últimamente el hijo de Fidel se ha convertido en uno de los blancos favoritos del exilio cubano, que lo tilda de "burgués" por su particular estilo de vida. En sitios web del anticastrismo se repiten las mismas imágenes: Antonio Castro con alguna novia, con Lionel Messi o los miembros de Calle 13. "El príncipe", le dicen sus enemigos, por su supuesta "dolce vita". Antonio Castro estaría separado tras apenas dos años de matrimonio, fruto del cual tendría un hijo de 13 años.