Mientras más cosas hacen nuestros celulares, más energía utilizan.

Mientras un celular tradicional puede durar días sin recarga, un smartphone muchas veces requiere dos cargas diarias para usar toda su potencialidad.

Es por eso que la duración de la batería se ha vuelto esencial a la hora de escoger uno de estos equipos. Y mientras algunas compañías trabajan en tecnologías que hacen rendir mucho más las actuales basadas en litio, Apple trabaja en una alternativa totalmente distinta sobre la base de hidrógeno, que podría expandir el uso de celulares y otros componentes como notebooks por semanas, sin necesidad de recarga.

Más limpias y eficientes

El trabajo de Apple trascendió debido a dos solicitudes de patentes que la compañía presentó recientemente en la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU.

El uso de hidrógeno en baterías no es nuevo para la compañía. Ya en 2005 la empresa había registrado la primera patente en el uso de esta tecnología, pero esta es la primera vez que hace mención a su aplicación en el diseño de baterías para computadores, tabletas o smartphones.

Llamada "pila de combustible", esta tecnología usa una reacción química controlada entre el hidrógeno y el oxígeno como combustible para generar la energía necesaria para que opere el equipo de manera continua.

El sistema promete durar varias semanas, e incluso hasta un mes sin necesidad de recarga.

En su solicitud, Apple señala que se trata de un avance muy importante para combatir el uso de energías que contaminan el ambiente, en alusión a las actuales baterías, que actúan bajo reacciones químicas que son altamente tóxicas, y que requieren de un tratamiento especial cuando terminan su vida útil.

Las pilas de combustible de hidrógeno, en cambio, sólo producen dos cosas en su reacción: energía eléctrica y agua.

Temas por resolver

Una de las desventajas de este sistema a la hora de usarlo para dispositivos electrónicos es que las pilas de combustible no pueden almacenar la energía creada, por lo que deben trabajar en conjunto con "reservas" de energía.

Pero una de las prioridades más importantes del trabajo es ver qué se hace con uno de los residuos más importantes que deja esta tecnología: el agua, que aunque es usada en pequeñas cantidades, podría generar imprevistos, como mojar la ropa del usuario o afectar otras partes del equipo.

En modelos a gran escala el agua es usada para enfriar la batería, lo que no genera mayores inconvenientes por el tamaño del aparato, lo que no ocurre en equipos más pequeños.

Otro de los asuntos pendientes tiene que ver con la recarga del equipo, ya que estas baterías funcionan con combustible, por lo que no se recargan conectándolos a la corriente, sino que reinyectándole hidrógeno. Para prototipos automotrices o de electricidad hogareña puede no parecer un problema, pero para recargar un sistema de tamaño pequeño, la tarea puede ser mucho más difícil tanto en la operación como en la distribución.

Si bien el sistema ya está en proceso de patente, se estima que sólo en 2013 se comenzará a usar masivamente en algún teléfono o producto de la compañía.

De todas formas, y dado que en octubre la compañía ya había registrado otra patente relacionada al tema, todo parece indicar que está cada vez más cerca de revolucionar el mercado de las baterías.