Luego de meses de especulaciones sobre un posible acuerdo entre los mayores productores de petróleo para reducir el exceso de oferta y así impulsar los precios, cuatro potencias sellaron un pacto para no elevar la producción y contrarrestar el desplome del crudo.

Arabia Saudita y Rusia, los dos mayores productores de hidrocarburo del mundo, estipularon ayer congelar la producción en los niveles de enero (10,2 millones y 10,9 millones de barriles diarios, respectivamente). En la reunión, realizada en Doha, también estuvieron presentes Qatar y Venezuela.

Esta sería la primera movida concertada entre los miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep) y las naciones que están fuera del cartel (Rusia) en 15 años.

"La razón por la que acordamos un congelamiento potencial de la producción es simple: es el comienzo de un proceso que evaluaremos en los próximos meses y decidiremos si necesitamos otros pasos para estabilizar y mejorar el mercado", explicó tras el encuentro privado Ali Al-Naimi, ministro de Petróleo saudita.

"No queremos giros significativos en los precios. No queremos una reducción en la oferta. Queremos satisfacer la demanda. Queremos un precio estable", añadió.

El Estado árabe se ha opuesto a realizar recortes en la producción para alentar los precios que rondan sus mínimos de casi 13 años, argumentando que esta medida la llevaría a perder participación de mercado a menos que sus rivales también accedieran a disminuir su suministro.

Tras el anuncio, otros dos países de la Opep se comprometieron a respetar la producción del mes pasado.

"Irak está con cualquier decisión que contribuya a apoyar los precios del petróleo", aseguró a Reuters una fuente ministerial local.

La nación de Medio Oriente es el segundo mayor productor del grupo.

Por su parte, Anas al-Saleh, ministro interino de crudo de Kuwait, declaró que su país "recibe de buena manera el acuerdo de Doha (…) y confirma su compromiso a lo que fue acordado (…) siempre y cuando los principales productores de la Opep y fuera de la Opep también se comprometan".

La clave: Irán

Sin embargo, los expertos estiman que la clave para que el pacto sea exitoso es que Irán acepte las condiciones, escenario que se ve difícil. Ahora que Occidente levantó las sanciones económicas en contra de la república islámica, es poco probable que el país esté dispuesto a dejar su producción en un nivel mínimo de 2,9 millones de barriles diarios, porque la prioridad de Teherán es recuperar la participación de mercado que perdió en estos años, según Commerzbank.

"En otras palabras, el acuerdo alcanzado hoy (ayer) pende de un hilo", sostuvo el banco alemán.

"Irán e Irak son fundamentales a cualquier acuerdo porque son los países con planes de estimular la producción", precisó a Bloomberg Miswin Mahesh, analista de Barclays.

Eugen Weinberg, jefe de investigación de materias primas de Commerzbank, complementó que si ambas naciones no participan, el pacto "no vale mucho, e incluso entonces existe la pregunta de cumplimiento". En 2001, Riad y Moscú habían logrado un convenio para rebajar la producción, pero la nación euroasiática no cumplió su compromiso.

Irán, archirrival de Arabia Saudita y el quinto mayor productor del bloque en enero, ha prometido subir su producción en un millón de barriles diarios este año.

"Nuestra situación es completamente diferente a la de esos países que han estado produciendo a altos niveles en los últimos años", manifestó a Reuters una fuente de Teherán.

"Aún no hemos alcanzado nuestro nivel de producción previo a las sanciones. Por lo tanto, cuando lleguemos ahí estaremos en un nivel parejo y entonces podemos hablar", añadió la persona.

El WTI cerró ayer con una caída de 1,36% hasta US$ 29,04 el barril, ya que los traders creen que el mercado continuará con un exceso de suministro.

"Si bien es un paso positivo, no creo que tendrá un impacto enorme sobre los equilibrios de oferta y demanda, simplemente porque ya teníamos un exceso de oferta en enero", aseveró Dominic Haywood, analista de Energy Aspects, a Reuters.