Cerca de la gran pirámide de Giza, y a unos tres metros de profundidad, se encuentra la barca solar de Keops, que ayer comenzó a ser desenterrada por un equipo de arqueólogos. La embarcación está hecha de cedro del Líbano y es la segunda hallada en este mismo sector. Mide unos 40 metros de largo y cinco de ancho, y ha permanecido oculta durante los últimos 4.550 años en una cámara subterránea cubierta por enormes bloques de piedra. El objetivo de los expertos egipcios y japoneses -que trabajan desde hace dos años en este proyecto- es reconstruirla por completo y exhibirla al público, lo mismo que ocurrió con la encontrada en 1954, cuyo trabajo de restauración demoró 13 años.

Sin embargo, y a diferencia de aquella primera vez, los arqueólogos han realizado todos los estudios utilizando ondas electromagnéticas y sondas para tomar muestras, por lo que esperan tenerla lista en unos cuatro años.