"Me costó entrar. Más de un año tuve que demostrar que mi producto era artesanal, que yo lo hacía. Eran rigurosos". Así describe su llegada como artesano al Pueblito de Los Dominicos, el ebanista Patricio Espinosa. Eso sí, hace 18 años.

La historia, según él y varios de otros locatarios agrupados en la asociación de artesanos, ahora es diferente. La llegada de locatarios que, según ellos, no fabrican sus productos sino que son "revendedores" o incluso traen productos extranjeros, están cambiando lo que para ellos es la esencia del lugar: "Albergar el quehacer de los artesanos chilenos".

"Pero se ha visto que han llegado revendedores de artesanías, comerciantes que no hacen sus cosas y están desvirtuando el lugar. Esto fue pensado para que los artesanos tuvieran sus talleres y ojalá a la vista del público", explica el presidente de la asociación, Oscar Plandiura.

Según dice, cerca del 30% de los 150 locatarios que existen se están dedicando a comercializar productos que "finalmente se pueden encontrar en cualquier otro lado". Incluso, reclama que hay una tarotista.

"Esto ya se está comentando entre el público y no queremos que el Pueblito se desvirtúe", dice el artesano, quien durante este fin de semana realizará una manifestación "pacífica" y recolecta firmas para exponer el problema a las autoridades y "evitar que esto se transforme en un mercado persa". El objetivo, según el escultor, es hacer un llamado de atención y lograr el apoyo entre los mismos vecinos para revertir la situación.

En un recorrido por el lugar, se puede apreciar en algunos locales con artesanía que se encuentran en una feria artesanal. "Acá hacemos gran parte de los productos, pero hay otros que ponemos para rellenar, porque la producción no da", dice uno de los vendedores.

No obstante, en el gremio aseguran que el reclamo no es en contra del municipio, sino de quienes administran el lugar a cargo de la corporación cultural municipal, por el criterio de selección que se está utilizando.

El alcalde de la comuna, Francisco de la Maza, defiende el actuar de la administración, considerando que los servicios básicos del lugar y los arriendos de los locales son subvencionados por el municipio, con más de $ 80 millones anuales. "Se ha seleccionado dentro de la artesanía los que cumplen con los arriendos. Lamentablemente, los que se dicen más artesanos, son los que menos pagan, y si hubiésemos tenido sólo de eso, el Pueblito hubiera cerrado hace al menos cinco años", dice.

No obstante, reconoce que el requisito de que sean fabricantes "se ha ido perdiendo". "Lo que nos interesa es mantener la identidad del Pueblito que simboliza gran parte de Chile y esa se logra con productos chilenos. Si son producidos ahí mismo mejor, esa es la prioridad". Añade que se busca que las artesanías comercializadas sean de buena calidad.