A la salida de un seminario que realizó el CEP el jueves pasado, en el que participó el jefe de programa del comando de Michelle Bachelet, Alberto Arenas, el ex director del organismo, Arturo Fontaine, aceptó contestar unas preguntas de La Tercera. El directorio ejecutivo de la entidad le pidió la renuncia el viernes 10 (ver portada del suplemento Reportajes en esta edición).
Usted dijo que lo tomó por sorpresa su salida de la dirección del CEP, ¿Por qué se sorprendió?
Tras 31 años en la dirección del CEP, yo hubiera esperado menos precipitación a la hora de hacer un cambio de este tipo. Era innecesario hacerlo así.
Todo indica que su sucesor será el ex ministro Harald Beyer. ¿Cómo lo ve? ¿Cree que mantendrá la misma línea en el CEP?
Tengo confianza en que el sucesor que nombre el consejo directivo será una persona idónea y que mantendrá la independencia del CEP. El CEP, por sus estatutos, no es un instituto al servicio de un sector político. Hay muchos institutos construidos para apoyar a un partido o a un sector político. Eso ya existe y, algunos de ellos lo hacen muy requete bien. Si eso es lo que se busca, lo mejor sería reforzar los institutos que ya existen. Pero el CEP es una institución académica que fue pensada para influir con ideas en todos los sectores.
¿Como lo definiría?
Es un centro en el que los temas culturales y las ideas se abordan de modo genuino, por su valor intrínseco y no como meros instrumentos políticos o de otra índole. Eso es lo original y propio del CEP. Ahí está la encuesta, por ejemplo, cuya credibilidad se debe no sólo a su rigor científico, sino a que nos propusimos que la encuesta no tuviera fines estratégicos, no estuviera al servicio ni de la derecha, ni del centro, ni de la izquierda, sino que fuera un barómetro de la política válido para todos. Y eso supone una actitud amplia e independiente, y una imagen de las personas a cargo de ella, que contribuya a eso. Por ejemplo, los miembros del Comité de Opinión Pública no pueden manifestar públicamente su apoyo a ningún candidato o gobierno. Es un error pensar que la independencia del CEP lo hace menos influyente en la sociedad. Argentina está lleno de institutos de economistas muy capaces técnicamente, muy inteligentes, muy bien intencionados y muy "jugados" por las ideas del libre mercado... Mi impresión es que su influencia en la sociedad argentina, desgraciadamente, es mínima. ¿Por qué? Les hablan a los convencidos.
Algunos creen que se está iniciando un nuevo ciclo político en Chile, donde habría un mayor predominio deideas de izquierda. ¿Esa percepción influyó en su salida del cargo?
Si la agenda se ha corrido a la izquierda y la situación, en general, se ha polarizado, es más importante que exista una institución no polarizada, como el CEP, que sea un lugar de análisis y conversación racional. Me da la impresión de que el supuesto de la pregunta es que si la situación se polarizó, lo más eficaz sería un CEP militante y metido en la coyuntura. Yo pienso justo al revés.
La principal crítica que se ha hecho a su gestión es que, si bien el CEP sigue siendo un importante centro de debate, estaba produciendo pocas ideas en los últimos años. ¿Qué opina usted?
¿Pocas ideas? Es bueno revisar el sitio web www.cepchile.cl Ahí está la revista "Estudios Públicos", los seminarios, las presentaciones, los videos... El libro que sacamos con Cieplan sobre los partidos políticos va al corazón del problema que hay en los partidos: su falta de democracia interna y un mal sistema de financiamiento permanente. Ese libro trae un montón de ideas. Una: crear un sistema mediante el cual el Estado complemente los aportes de las personas naturales para incentivar un financiamiento más atomizado y amplio, para contrarrestar la influencia de pocos grandes donantes. Y así hay muchas más. El proyecto presentado por el gobierno actual sobre el tema recoge muchas de estas ideas, aunque no la del financiamiento estatal. Y el otro libro, sobre tributación, contiene también muchísimas propuestas concretas. Le aseguro que esos estudios pesarán mucho en la agenda real de los próximos años. ¿No le parece que el estudio que hizo Sergio Urzúa sobre la rentabilidad de la educación superior que sugiere que un porcentaje alto, del orden del 40% de nuestros egresados universitarios, sale para atrás está influyendo en la preocupación que hoy tenemos acerca de la calidad de la educación universitaria? Este año el CEP publicará tres libros más, que están casi listos; pero guardemos esa noticia para cuando estén por aparecer.b