En 2007, Ciudad Juárez, vecina de la localidad estadounidense de El Paso (Texas), justo en la frontera que separa a México de EE.UU., registró 300 homicidios, una cifra alta, pero no lo suficiente para encender las alarmas. Al año siguiente, en la urbe mexicana se registraron 1.623 asesinatos, número que confirmó uno de los mayores temores de las autoridades locales: el inicio de brutales enfrentamientos entre los carteles de Juárez y Sinaloa. Según cifras dadas a conocer ayer por la prensa mexicana, las muertes en Ciudad Juárez aumentaron 900% en apenas tres años, ya que 2010 está terminando con más de 3 mil asesinatos.
De acuerdo con la Fiscalía General del estado de Chihuahua, al que pertenece Ciudad Juárez, el número de homicidios alcanzó los 3.103 esta semana, hecho que confirma que la urbe es la más violenta de México, América Latina y el mundo en cuanto a tasa de asesinatos: más de 190 por cada 100 mil habitantes. Autoridades judiciales mexicanas señalaron que muchas de las víctimas pertenecían a pandillas rivales, pero también se incluyen civiles, policías y drogadictos en proceso de recuperación.
Desde 2008 en adelante, han muerto 7.386 personas en Ciudad Juárez, donde habitan 1,3 millón de personas. De acuerdo con las cifras dadas a conocer ayer, el mes más violento en lo que va del año fue octubre, con 400 muertos: 352 hombres y 48 mujeres.
Ciudad Juárez está sumida en la inseguridad por la lucha que libran allí los narcos para controlar la ruta de la droga hacia Estados Unidos, ya que es fronteriza con El Paso. De esta manera, el lugar se ha convertido prácticamente en una urbe fantasma, sin vida nocturna y donde reina el miedo.
Se estima que la acción de las bandas de narcotraficantes ha obligado al cierre de 5.000 comercios en los últimos cuatro años, mientras que 400 mil habitantes han huido por la violencia, mientras que resulta común que grupos armados detengan el tránsito e interroguen a los conductores para saber si son policías o espías de los bandos contrarios.
También, los narcos han demostrado su violencia con matanzas como la de 15 jóvenes que participaban en una fiesta en enero pasado. Así, más de seis de cada 10 habitantes de Ciudad Juárez considera que las medidas del gobierno de Felipe Calderón no han sido suficientes para contener la violencia.
El recrudecimiento de la violencia en México a manos del crimen organizado ha dejado más de 10 mil muertos en el país en 2010, lo que sitúa en cerca de 30 mil la cifra de personas asesinadas desde que Calderón llegó al poder hace cuatro años y emprendió una guerra contra los carteles.
Si bien en el último año han caído importantes capos mexicanos, se ha incrementado el número de muertes, incluidas las civiles. El suceso más violento del año se produjo a fines de agosto en una finca en el estado de Tamaulipas (norte), donde fueron encontrados 72 inmigrantes latinos que habían sido acribillados por sicarios de la banda de Los Zetas. Aumentaron, además, los asesinatos y amenazas contra periodistas, medios de comunicación, políticos, gobernadores, ex gobernadores y alcaldes.