El estallido de un explosivo de fabricación casera, colocado en un basurero frente a un centro de formación técnica profesional en la ciudad de Brindisi, en el sur de Italia, causó ayer la muerte de una estudiante de 16 años y dejó a cinco personas heridas de gravedad. El hecho provocó un multitudinario y fuerte rechazo en ciudades como Roma, Nápoles y Milán, cuyos ciudadanos salieron "indignados" a protestar en las calles.
De acuerdo con la agencia France Presse, el estallido de la bomba se produjo a las siete de la mañana, momento en que las alumnas del instituto profesional Morvillo Falcone -nombrado en honor al juez antimafia Gionavi Falcone y de su esposa, Francesca Morvillo, quienes fallecieron en 1992, en un atentado orquestado por la mafia italiana- entraban a clases.
El alcalde de la ciudad de Brindisi, Mimmo Consales, declaró al canal de televisión local TeleNorba que creía que la explosión era "un ataque sin precedentes del crimen organizado". El atentado se produjo cuatro días antes de que se cumplieran 20 años del asesinato de Falcone y su mujer. La prensa italiana destacó el hecho de que el atentado coincidió con las protestas antimafia que se han desarrollado en el país y que llegarían hoy a Brindisi.