Alcantarillados colapsados, la contaminación del río Salado, toneladas de basura, perros vagos que matan a sus animales, en definitiva un pueblo en ruinas "después de la fiesta" es lo que denuncian los habitantes de la comunidad indígena atacameña de Ayquina, al interior de Calama en la II Región. Es lo que les queda cuando termina la fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina, que se celebra el 8 de septiembre. Sin embargo, cada año la fama de esta fiesta crece, y aún más desde 2014, cuando se declaró feriado regional (por única vez), lo que aumentó exponencialmente sus visitantes. Llegaron 70 mil feligreses, en un poblado que durante el año acoge a no más de 80 personas. En el lugar no hay agua potable, existe un alcantarillado artesanal construido por los propios vecinos y la electricidad está disponible sólo dos horas al día. Por ello el proyecto de ley del diputado Marco Espinosa (PRSD) para establecer un feriado regional "permanente" fue rechazada con fuerza por la comunidad. "En asambleas la comunidad decidió que no vamos a aceptar un feriado mientras no tengamos los servicios suficientes para poder recibir a esa cantidad de gente. Nos encantaría recibir a todos, pero no así. Es una irresponsabilidad por parte del Estado, por eso vamos a presentar un recurso de protección. Aquí nunca se consultó a la comunidad si queríamos o no un feriado y el decreto 169 está de nuestra parte" argumenta Wilson Segovia, director de la comunidad de Ayquina. Advierte que para la fiesta el Estado y el municipio dotan de servicios y seguridad para los feligreses, pero no se mejoran las condiciones para quienes viven permanentemente en el poblado. "Terminada la fiesta, nadie más se acuerda de Ayquina, y nos quedamos sin inversión ni progreso" puntualiza Segovia.
El alcalde de Calama, Esteban Velázquez coincide en que "el Estado no ha apoyado con los suficientes recursos a Ayquina y como municipio, con paupérrimos recursos, tenemos que hacerlo en cada fiesta. Me parece que es una buena idea de fondo (feriado), pero tiene que ir aparejado con recursos y tomando en cuenta la opinión de los comuneros".
Para el diputado Espinosa el feriado " busca justamente valorizar el patrimonio cultural de Ayquina que ya es regional. De ninguna forma es una invasión a su autonomía y la gran cantidad de gente que asiste responde al valor que tiene ". Para Espinosa los inconvenientes que podría producir la fiesta son menores a los beneficios. "Nunca se ha declarado una alerta sanitaria porque se toman todos los resguardos y es una oportunidad para que desarrolle su infraestructura urbana" señaló el diputado, por lo que insistirá en que sea un feriado permanente, pese a que ayer se aprobó como tal sólo por este año.