Si durante años la capital de Azerbaiyán, Baku, fue conocida como la Ciudad Negra, por sus problemas con la contaminación, el panorama en la actualidad es completamente diferente: gracias al financiamiento proveniente de las exportaciones de petróleo y gas, la ciudad se ha convertido en un lugar muy atractivo.
Prueba de ello es el proyecto conocido como Ciudad Blanca, que consiste en un sitio de 220 hectáreas, en donde se instalarán modernas oficinas, restaurantes, hoteles y viviendas. Un hito de este complejo será el Hotel Crescent (en la foto), el cual posee un diseño en forma de luna, en el cual se albergan 33 pisos. El hotel estará terminado en 2015.
Según explica CNN, el país realizará importantes mejoras en infraestructura dentro de cinco años, como construcción de caminos, nuevos parques, conexiones a internet, entre otros.