La semana pasada, mientras el embajador de Chile en Estados Unidos, Felipe Bulnes, se encontraba en ese país cerrando los últimos detalles de su gestión, que culmina el 11 de marzo, y asistía al anuncio del ingreso de Chile al programa de exención de visas, recibió una crucial llamada telefónica. Al otro lado de la línea, el futuro canciller de Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, le confirmaba que seguiría al frente del equipo jurídico que enfrentará en La Haya, la demanda presentada por Bolivia por sus aspiraciones marítimas.

El tema lo venían discutiendo ambos desde hace varias semanas, entre reuniones privadas y conversaciones telefónicas, y fue anunciado ayer oficialmente a través de un comunicado de prensa de la presidenta electa.

Junto con su continuidad, se anunció el nombramiento del abogado Claudio Grossman -quien acaba de integrar el equipo jurídico chileno por la demanda peruana- en calidad de coagente.

El tema fue abordado la noche del lunes en una cena de camaradería en el restaurante Da Carla, en la que participaron además de Bulnes y Muñoz los ex ministros Juan Gabriel Valdés, Sergio Bitar, Genaro Arriagada, además de Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, y Lally Weymouth, editora senior del Washington Post.