Los médicos del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, determinaron que el gobernante permanecerá internado ya que, según se explicó, su situación es más grave de lo que se pensó en un primer momento tras el ataque la noche del domingo, que le causó lesiones en la cara. "Mañana (hoy) decidiremos, pero no podemos decir si será dado de alta ya que su situación es más seria de lo que pensábamos la noche pasada", explicó el médico Alberto Zangrillo.
Berlusconi fue atacado por un hombre de 42 años con un objeto contundente, una réplica de metal de la catedral de Milán, que le dejó varias lesiones en el rostro. El jefe de gobierno italiano fue atendido después en la séptima planta del hospital San Raffaele de Milán. Según el informe médico, el primer ministro italiano sufrió la rotura del tabique nasal, pérdida de sangre y la fractura de dos dientes. Aún así, no tendrá que ser operado.
Berlusconi pasó la noche con fuertes dolores de cabeza, pero en la mañana de ayer pidió revisar la prensa según su costumbre, informó hoy su portavoz, Paolo Bonaiuti, quien agregó que el primer ministro "está de buen humor, aunque atormentado por el dolor". Por este motivo, los especialistas determinaron que el primer ministro no trabaje por los próximos 10 días y quede bajo observación por 20.
En tanto, la policía continuaba interrogando ayer al agresor. Massimo Tartaglia está acusado de una agresión intencional, ya que en sus bolsillos se encontró también un spray de gas mostaza, además de un crucifijo. Su padre señaló que su hijo tiene desde hace años problemas mentales. Tartaglia aseguró que actuó "en solitario" y anoche le pidió disculpas al jefe de gobierno, calificando su ataque de "cobarde".
En el Ministerio del Interior se investigaba ayer el incidente. El agresor se acercó a Berlusconi tras un acto electoral de los partidos de gobierno en la plaza de la catedral de Milán, cuando el jefe de gobierno iba a subir a su auto. Se "evaluarán" las medidas de seguridad, dijo Alfredo Mantovano, un funcionario del ministerio. "Pero no se puede impedir a Berlusconi que dé la mano, abrace a la gente o tome en brazos a los niños", agregó.
Evitar baños de masas
Sin embargo, miembros del órgano responsable de la seguridad del primer ministro aseguraron que habría que evitar los "baños de masas", aunque no consideraron que Berlusconi esté en el momento amenazado por parte de extremistas de izquierda o terroristas islámicos. Desde los partidos conservadores que hoy ostentan el poder se responsabilizó del ataque al clima político "de confrontación y odio" contrario a Silvio Berlusconi. También la oposición condenó la "violencia en la política", aunque algunos opositores a Berlusconi señalaron que el propio primer ministro había contribuido a crear este clima de agresividad política.
El Papa Benedicto XVI envió un telegrama a Berlusconi, firmado por el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, en el que el Pontífice definió como "deplorable" el ataque y le deseó una "curación rápida".