Bob Diamond lanzó ayer una granada política al principal candidato a gobernador del Banco de Inglaterra y al anterior gobierno laborista, horas después de su salida forzada como consejero delegado de Barclays por el escándalo de fraude del Libor.
La renuncia del banquero de inversiones estadounidense, que debe comparecer hoy ante el comité parlamentario, dejó un gran vacío en el liderazgo de uno de los mayores bancos globales de Inglaterra.
Diamond renunció luego que el gobernador del Banco de Inglaterra y el presidente de la Autoridad de Servicios Financieros contactaran a Marcus Agius, presidente de Barclays, pidiendo la salida del presidente ejecutivo. Su renuncia vino luego de una semana de escándalos políticos, luego que el banco admitiera haber manipulado las tasas de interés del crédito interbancario, lo que le valió una multa de 290 millones de libras.
Pero Barclays arrastró pronto al vicegobernador del Banco de Inglaterra, Paul Tucker, y a "altas figuras de Whitehall" del gobierno pasado en el escándalo, al publicar un documento sugiriendo que ellos pueden haber sabido y aprobado la repetida "reducción" en sus informes para establecer el Libor durante la crisis financiera .
El banco publicó notas de Diamond del 2008 en las que escribe sobre una conversación en que Tucker le había informado la preocupación en Whitehall sobre los informes de Libor del Barclays, y que "no es necesario que siempre aparezca tan alto como lo hemos tenido recientemente".
Tanto el Banco de Inglaterra como Tucker declinaron hacer comentarios, pero apuntaron al acuerdo entre Barclays y los reguladores de Reino Unido y Estados Unidos, en el que se mencionaba la conversación concluyendo que no se habían dado ni recibido instrucciones para bajar la tasa Libor.
Agius dijo que Diamond y Jerry del Missier, director de operaciones que también renunció ayer, han "elegido poner el futuro de Barclays por delante de sus propias carreras".
Ayer se reveló que Del Missier ordenó a los empleados de Barclays bajar las estimaciones del Libor luego de un "malentendido" respecto de la versión de Diamond sobre su conversación con Tucker.
El escándalo deja a Barclays prácticamente sin líderes. Agius, quien el lunes anunció sus planes de renunciar, seguirá como presidente mientras el banco busca nuevo director de operaciones y presidente ejecutivo.
Los políticos celebraron la salida de Diamond, pero los accionistas y los miembros de la industria tienen sentimientos encontrados.
En su tiempo en Barclays, Diamond reestructuró el banco británico ideando la adquisición de la rama bancaria de Lehman Brothers, la firma de Wall Street que se fue a la quiebra el 2008.
Larry Fink, presidente ejecutivo de BlackRock y uno de los mayores inversionistas de Barclays, dijo que Diamond era un "CEO muy fuerte, que dirigía con mucha emoción. . . Obviamente, esto fastidió a algunos de los reguladores y a otras personas en Inglaterra".