Tuvo dos décadas doradas en el rol cómico del doctor Frasier Crane, primero en Cheers y luego en el spin-off Frasier: recibió cuatro premios Emmy y dos Globos de Oro, y por un breve período fue el actor mejor pagado de la televisión estadounidense. Pero junto con el fin de la serie sobre el siquiatra, en 2004, empezó una época de proyectos que no lograban despegar y una carrera que quedaba en segundo plano, dándole más protagonismo a sus bullados divorcios.
Pero desde octubre del año pasado, Kelsey Grammer (56) ha logrado reposicionar su nombre como el de un actor a considerar dentro de la industria televisiva, gracias a un personaje que le acaba de dar un Globo de Oro, el primero por un papel dramático. Tom Kane es el nombre del personaje que interpreta en Boss, una serie que se emite en el cable estadounidense y que debutará en Chile en abril, a través del canal TNT, y en la que Grammer se introduce en el mundo de la política.
Su personaje es el corrupto alcalde de Chicago, quien descubre que sufre de una enfermedad neurológica degenerativa, pero decide que no quiere que esto trunque su carrera política, por lo que no le cuenta a nadie de su dolencia. Al mismo tiempo, Kane debe lidiar con un matrimonio que sólo existe por conveniencia.
Intentos fallidos
"Es un tipo muy oscuro, un hombre que recibe malas noticias, pero que no quiere dejar el poder. Es algo un poco distinto a Frasier", comentó Grammer en una entrevista. Y la verdad es que el personaje no es sólo distinto al siquiatra, sino que también está muy lejos de los personajes que interpretó en televisión una vez terminada esa serie: tuvo dos nuevos intentos en comedia que no fueron exitosos. La primera fue Back to you, sobre una pareja de conductores de un programa de televisión que no se soportan, y luego vino Hank, sobre una familia que debe cambiar su estilo de vida cuando su padre pierde el trabajo. La primera no consiguió una segunda temporada y la segunda alcanzó a grabar sólo 10 episodios, de los cuales se emitieron cinco en Estados Unidos.
En el elenco, Grammer es la gran carta, ya que entre sus compañeros no hay ninguno otro tan conocido como él. En el plano ejecutivo esto cambia: uno de los productores es Gus Van Sant, director de cintas como Milk y Mi mundo privado, que también se hizo cargo del capítulo piloto del espacio.
Boss no sólo consiguió un Globo de Oro y tiene una segunda temporada asegurada, sino que también ha generado buenas críticas, como la que escribió el diario San Francisco Chronicle en EE.UU.: "Una historia meticulosamente envolvente, que evoca tanto a El Rey Lear como El Ciudadano Kane, con muy buenas actuaciones". Otro medio especializado, The Hollywood Reporter, en tanto, la describió como "un admirable nuevo drama, que se presenta con categoría, arrogancia, originalidad e intriga".