Es un ejercicio fílmico inédito. El rodaje de la última película de Richard Linklater demoró 12 años. Boyhood, la nueva cinta del realizador de Antes de medianoche, es un experimento arriesgado, simple y fascinante: retrata la vida de una familia de clase media de Texas y permite que los espectadores vean crecer ante sus ojos a los protagonistas del filme.

La película acaba de estrenarse en Estados Unidos, con elogios unánimes de la crítica, luego de su estreno en el pasado Festival de Berlín, que le otorgó el premio a Mejor Director. El filme, que llega a Chile en diciembre, es un relato sobre el paso del tiempo, sobre la infancia y la adolescencia y las relaciones familiares, narrado a través de la historia de Mason, personaje interpretado por el debutante Ellar Coltrane.

Boyhood empieza cuando Mason, con 6 años, se encuentra en sus primeros días en la escuela primaria y termina cuando el protagonista, convertido ya en un joven de 18 años, abandona la casa de su madre para partir a la universidad.

Ethan Hawke y Patricia Arquette dan vida a los padres divorciados de Mason, mientras que Lorelei Linklater, hija del director de la película, interpreta a su hermana mayor.

Además de contar 12 años en la vida de Mason y de su familia, el filme es una radiografía de la clase media estadounidense y de una década, la de los 2000, a la que Linklater hace referencia constantemente a través de una cuidada banda sonora con temas de bandas como Coldplay, The Black Keys o Arcade Fire.

Tres días, una vez al año

Según cuenta Richard Linklater, la idea de esta película, que rodó íntegramente en su Texas natal, surgió de su propia experiencia con la paternidad y su fascinación con la niñez.

Incapaz de elegir un momento concreto de la infancia para situar su historia, fue en 2001 cuando decidió que la mejor manera de reflejar en la pantalla lo que es hacerse mayor era filmar la historia durante varios años.

Tras un período de preproducción de unos meses, el rodaje se inició en 2002. El elenco de la película se reunió una vez al año durante los siguientes 12 años para filmar durante tres o cuatro días en cada ocasión.

Linklater elaboró un esqueleto de guion en el que trazó el recorrido que debían seguir los personajes y permitió que los actores completaran la historia con sus propias experiencias vitales, dándoles liberad para que hicieran suyos los diálogos.

De ahí proviene la naturalidad y el realismo que exhala esta película y que también pueden encontrarse en otros trabajos previos de Linklater, como su trilogía Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes de la medianoche, en las que también actúa Ethan Hawke.

"Nunca me sentí preocupado por el resultado, al contrario, la película tenía vida propia", ha dicho Linklater. "A veces pensaba: puede que ocurra algo que interrumpa el proyecto, pero como puede ocurrir con cualquier otro. Creo que al final es una película optimista".

Boyhood está repleta de referencias históricas y culturales que permiten que los espectadores sepan en qué momento de la historia se encuentran, como cuando el protagonista acude al lanzamiento de uno de los libros de Harry Potter o cuando su progenitor despotrica contra la guerra de Irak.

Desde un principio, la productora independiente IFC Films se hizo cargo de financiar la película, que ha contado con un presupuesto total de US$ 2,4 millones (US$ 200.000 por año), una cifra irrisoria si se compara con el costo de las mastodónticas superproducciones de Hollywood, que en muchos casos superan los US$ 100 millones.

La crítica ha recibido Boyhood con grandes elogios, con medios como el estadounidense The New York Times o el británico The Guardian que aseguran que se trata de una "obra maestra" y de "una de las grandes películas de esta década".

"Extraordinaria"

"Lo primero que sorprende al ver Boyhood es que a nadie se le hubiera ocurrido antes hacer algo precedido: capturar cómo un personaje crece frente a los ojos de los espectadores durante un largo período", dice en conversación con BBC Mundo Justin Chang, crítico jefe de la revista Variety.

"Es una película extraordinaria. Linklater consigue transformar momentos aparentemente mundanos de nuestras vidas que no suelen verse en el cine en algo sublime. Son casi tres horas de película en las que aparentemente no pasa nada y al mismo tiempo todo está sucediendo frente al espectador", señala Chang.

La crítica ha destacado el trabajo de los actores, desde Ethan Hawke y Rossana Arquette a Ellar Coltrane, a quien Linklater seleccionó entre cientos de jóvenes "por ser diferente".

"Coltrane interpreta a la perfección a un niño tranquilo y reservado y es fascinante como ese niño responde al mundo que lo rodea. Además, su actuación mejora a medida que la avanza la película. Uno se da cuenta de cómo se va conociendo mejor a sí mismo", dice Justin Chang.

Ignorado por la Academia de Hollywood, esta vez Linklater parece un gran candidato al Oscar por su experimento fílmico inédito y fascinante.