Hasta finales de agosto se extenderá la operación militar desplegada desde ayer por Brasil en sus fronteras con Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, y cuyo objetivo es neutralizar el tráfico ilegal de armas, explosivos, mercancías y drogas, según informó el Ministerio de Defensa. Se trata de la quinta versión de la Operación Agata, en la cual cerca de 10 mil militares realizarán controles en diversos puntos limítrofes, con el apoyo de aviones, helicópteros, barcos y vehículos blindados, consignó la agencia France Presse. Las operaciones abarcan un área de casi 3.900 kilómetros de largo e incluyen a los estados de Santa Catarina, Paraná, Mato Grosso do Sul y Rio Grande do Sul (fronterizo con Argentina y Uruguay), donde hasta ayer se habían decomisado 150 kilos de dinamita.
El ejercicio, informado previamente a los países involucrados, forma parte de la Estrategia Nacional de Defensa lanzada en junio por la Presidenta Dilma Rousseff y complementa otros operativos Agata, desarrollados en las fronteras con Colombia y Venezuela, según consigna la agencia Ansa.