Poco antes de declarar ante el fiscal regional de O'Higgins, Luis Toledo, uno de los testigos del caso Caval -el arquitecto Alvaro Covacevich- se juntó con viejos conocidos de un negocio frustrado. Al otro lado de la mesa tuvo a Natalia Compagnon, nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, y a su socio, Mauricio Valero. Ambos le habían solicitado la reunión para "pedirle consejo". Ella se veía demacrada. El testigo asumió que era producto de las presiones a las que se ha visto sometida desde que la publicación de la revista Qué Pasa descubrió el negocio de los terrenos en Machalí, a principios de febrero.

La recomendación que recibieron fue olvidarse de la venta de las 44 hectáreas a la empresa Silca, del inversionista rancagüino Hugo Silva, y resignarse a perder el cheque de $ 2.000 millones con el cual el empresario pagó el paño, pues el documento fue incautado por el Ministerio Público luego de que Silca les pusiera una querella por estafa. Aunque las posturas de Compagnon y Valero respecto de este tema eran idénticas hace algunas semanas, durante la cita se comenzaron a notar las diferencias.

Valero insistió en que no se van a contentar con perder la plata, bajo ninguna circunstancia; Compagnon, en cambio, se mostró abierta a llegar a algún tipo de acuerdo que les permita terminar con la querella y recuperar algo de las ganancias que tenían presupuestadas, considerando que habían comprado los tres predios a la familia Wiesner en $ 6.500 millones y los habían vendido a Silca en $ 9.500 millones.

No fue el único tema de conversación. Según está establecido en la investigación de Toledo, a quien Covacevich relató este encuentro durante su declaración, Valero le había pedido que entregara una versión favorable a Caval en la indagación que éste dirige por supuesta revelación de secretos, negociación incompatible, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias. La solicitud, según el arquitecto, habría generado una fuerte discusión entre ambos, que prácticamente puso fin al encuentro.

La discrepancia respecto del futuro del negocio de Machalí, en todo caso, no alcanza a reflejar el verdadero estado de la relación entre los socios de Caval. Aunque ambos están obligados a mantener una estrategia jurídica coherente, el quiebre es inminente, y la que pudo ser la mejor transacción de Exportadora y de Gestión Caval, terminó siendo la última.

Origen de una empresa

Waldo Rojas Soto volvió de Estados Unidos con el cambio de siglo. Tenía ganas de reinsertarse laboralmente en Chile, luego de varios años de vivir en el extranjero. Comenzó a trabajar en la isapre Promepart, una aseguradora que venía arrastrando serios problemas financieros y que terminó traspasando sus cerca de 110 mil afiliados a Banmédica después de su compra en 2005. La operación lo obligó a emprender por su cuenta. De esa necesidad nació el proyecto de clínicas odontológicas Alta Dental y diferentes asesorías comerciales. En el marco de este negocio conoció a Mauricio Valero Illanes, gerente de la distribuidora informática Tech Data, en 2008.

Como ex ejecutivo de Nextel, Rojas tenía experiencia en la industria de la tecnología, la misma de Valero. Así, éste le pidió sus servicios como consultor externo y Rojas entregó algunos informes que nunca le fueron pagados. La relación comercial no prosperó después de eso.

Algún tiempo después, Rojas se llevó una de las sorpresas de su vida. Su sobrina -hija de la hermana de su esposa, Gricela Soto-, Natalia Compagnon, comenzó a hablar de su nuevo compañero de negocios. Se trataba de Valero. Ambos se habían conocido a través de otro empresario, Bernardo Carrasco, dueño de locales nocturnos y sobrino de José Aravena, fundador del histórico cabaret Passapoga, de Providencia.

Compagnon y Valero vieron intereses similares. A pesar de las advertencias de Rojas sobre su experiencia previa con Valero, su sobrina estaba entusiasmada con la empresa. Su novio, Sebastián Dávalos, el hijo de Michelle Bachelet, mantenía un buen puesto en la Dirección General de Relaciones Económicas (Direcon) y ella no quería quedarse atrás como profesional. Valero le había demostrado que tenía experiencia y olfato para los negocios y que ella podía abrirle puertas con la red de contactos que estaba construyendo.

La sociedad se selló el 3 de febrero de 2012, cuando Compagnon y Valero constituyeron la Exportadora y de Gestión Caval -o sencillamente Caval Limitada- en la notaría de Eduardo Avello, con seis millones de pesos de capital. Cada uno puso la mitad del dinero. El primer negocio no demoró en caer.

En abril de ese mismo año, Valero utilizó sus contactos para llegar a la empresa Saydex, especializada en informática médica o, en otras palabras, el diseño de software para el manejo de información de pacientes en diferentes redes hospitalarias. Actualmente, su programa "Florence" es usado en 11 establecimientos de alta y mediana complejidad, mientras que "Rayen" está presente en los computadores de más de 620 establecimientos de atención primaria y otros 42 de baja complejidad.

El hombre que habría contactado a Valero con Saydex fue un viejo conocido suyo, Patricio Cordero Barrera, ex administrador municipal de Joaquín Lavín en Las Condes y Santiago y hermano de uno de los fundadores de la Unión Demócrata independiente (UDI), Luis Cordero Barrera. Ambos se conocieron en el contexto de una tratativa fallida entre Banigualdad, la fundación de microcréditos para emprendedores de la cual Cordero aún es director ejecutivo, y Techdata, de la cual Valero era gerente. La idea era comprar computadores que se pudieran donar a microempresarios, pero el alto costo abortó la operación.

Existen diferentes versiones respecto del trabajo que Caval realizó para Saydex. La empresa reconoce una consultoría de gestión de negocios, un análisis del mercado de la informática hospitalaria a nivel nacional, que se llevó a cabo en abril de 2012, pero prefiere no revelar los detalles del documento o los montos de la transacción. Por otra parte, desde el entorno de Natalia Compagnon aseguran que Caval en realidad actuó como intermediario ante la Subsecretaría de Redes Asistenciales para generar nuevos negocios.

El contacto de Valero en esta repartición supuestamente era otro militante de la UDI, Nibaldo Mora, quien por entonces trabajaba de jefe de gabinete del subsecretario Luis Castillo. Tanto Mora como Castillo aseguran no conocer a Valero y explican que en las licitaciones realizadas a través de Chile Compras no existe espacio para terceras partes que consigan comisiones. "Recuerdo que Saydex es una empresa informática que ganó licitaciones, pero no recuerdo al señor Valero", dice Mora.

De acuerdo a la información de Mercado Público, en mayo de 2013, Saydex se adjudicó la mantención del sistema informático Sicars por $ 166,8 millones.

Un gran negocio

Los números del primer año de Caval no podían ser más alentadores. Los activos de la sociedad alcanzaron los $ 1.531.443.245.

Quienes conocen el devenir de la empresa aseguran que éstos provienen -entre otros- de la asesoría a Saydex y de otras realizadas al empresario rancagüino Gonzalo Vial Concha. Vial Concha fue el mismo que en octubre de ese año le prestó el fundo Haras de Callanas a la pareja Dávalos Compagnon para celebrar su matrimonio.

Para fines de ese año la empresa tenía una nueva oficina en el quinto piso de calle Nevería 4631, se había comprado cuatro autos marca Lexus -dos camionetas 4x4 modelo RX350 y otros dos deportivos IS250- a un precio cercano a los $ 157 millones. También habían depositado $ 100 millones en fondos mutuos.

Durante ese exitoso primer año también se empezó a gestar el proyecto más importante para la joven sociedad.

Algunos meses antes de la constitución de Caval, el 1 de julio de 2011, Herman Chadwick fue nombrado síndico del convenio judicial preventivo solicitado por el empresario frutícola Patricio Wiesner. La primera etapa implicó llevar a remate un paño de 40 hectáreas a través de Macal y la segunda suponía vender, a un mejor precio, las 44 hectáreas aledañas a la Carretera del Cobre. Este campo era susceptible de sufrir un cambio de uso de suelo en el caso de un cambio de Plan Regulador Intercomunal (PRI), por lo que la junta de acreedores esperaba recuperar su dinero y la familia Wiesner apostaba a obtener una ganancia.

A principios de 2012, el gestor inmobiliario Juan Díaz, histórico militante poblacional de la UDI, comenzó a ayudar al síndico con la venta de los terrenos. Los ofreció a varios de sus correligionarios antes de recordar a Valero, a quien conocía del ambiente inmobiliario. Fue él quien ofreció el negocio a Caval en primera instancia, aunque existen versiones de que no fue el único. De acuerdo a fuentes que conocen la operación, Patricio Cordero también jugó un papel importante en convencer a Caval de que comprara los tres predios y esperar un inminente cambio de uso de suelo era una apuesta segura. Cordero y Díaz se conocen desde hace años, cuando Luis Cordero los presentó en los albores de la estrategia poblacional de la UDI.

El ex administrador de Joaquín Lavín incluso se habría reunido con Valero para reasegurarle la opción de compra con un documento en mano: la tasación de terrenos realizada por la arquitecta Cynthia Ross Wiesner, sobrina del dueño de los terrenos, titulado "Informe de tasación terreno 44 ha Santa Elena-Santa Cecilia-San Diego Machalí-VI Región". "Los predios Santa Cecilia y San Diego pasarían a tener la condición de 'urbanos', con una densidad promedio de 120 hab/ha, lo que los hace buenos paños para el desarrollo de proyectos inmobiliarios para la zona", se lee en el informe.

El papel de Ross, quien también asesoraba a la Municipalidad de Machalí en 2012, es uno de los más controvertidos del caso y está siendo examinado con detención por el Ministerio Público. Tal como el ex director sociocultural de La Moneda, Sebastián Dávalos, el ex director de Obras de la comuna, Jorge Silva, y el seremi de Vivienda, Wilfredo Valdés, la arquitecta está en la lista de los imputados.

Al ser consultado por Reportajes, Cordero negó haberle mostrado el informe de Ross a Valero y descartó la reunión, aunque sí admitió haber conversado informalmente sobre el tema de la compra de terrenos en Machalí con el socio de Natalia Compagnon. Pese a todo, la citación a declarar frente al fiscal Toledo es prácticamente segura.

La primera oferta formal de Valero por los terrenos se concretó el 3 de abril de 2013. Vendrían dos más y una serie de inconvenientes en la entrega de garantías antes de que pudieran inscribirlos. Luego de la polémica reunión entre Andrónico Luksic y la pareja Dávalos Compagnon se aprobaría el préstamo del Banco de Chile, que permitiría firmar la escritura el 16 de enero de 2014. El cambio al PRI ya había sido rechazado por el Core y los problemas reales recién empezaban.

Paz armada

La declaración pública emitida por Caval el 31 de marzo es una muestra del estado de las relaciones entre sus socios. Ante la revelación de antiguos correos entre los asesores Javier Levine y Sergio Bustos -publicados por el diario digital El Líbero-, la respuesta fue rápida. El comunicado fue aprobado exclusivamente por Compagnon, sin siquiera consultarle a Valero, dueño del otro 50% de la sociedad.

Las discusiones entre ambos han sido una constante desde que se destapó el negocio en febrero. Si bien la sociedad está vigente y las estrategias judiciales corren por carriles paralelos en una misma dirección, la convivencia entre Compagnon y Valero ha sido tensa. Según fuentes cercanas a la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, ella se ha enterado de algunos detalles del negocio a través de los medios de comunicación.

El verdadero rol del asesor comercial de Caval, Victorino Arrepol, por ejemplo, habría sido desconocido para la esposa de Dávalos. De hecho, a Compagnon le habrían hecho creer que Arrepol en verdad era un junior o estafeta, más que un operador de la empresa con injerencia real en la solicitud de créditos bancarios. Desde el círculo de Compagnon, incluso, dicen que no lo conocía por su verdadero nombre y que Valero se lo había presentado como "Tom".

La intervención del abogado Raúl Contreras ante el síndico Chadwick en septiembre de 2013 también habría sido ignorada por la cientista política de la Universidad Central. Que el jurista haya sido uno de los fundadores del estudio Guerrero Olivos, del cual hasta hace poco era socio el ex senador UDI Jovino Novoa, habría molestado profundamente a Compagnon.

Ninguno de estos supuestos descubrimientos habría sido tan decisivo como lo fue el destape del segundo contrato entre la otra empresa de Valero, Inmobiliaria e Inversiones FVM, y Silca, que le entrega a él la exclusividad de derechos para negociar futuras ventas del terreno y una comisión de 26% del monto acordado. Compagnon no habría estado al tanto de todos los detalles de este documento, pero lo habría permitido al escuchar de su socio que era una forma de protegerla.

Una fuente del entorno de Compagnon señala que la noción de que Valero le escondió información ha ido asentándose en su mente y que la disolución de Caval se ve inevitable en el mediano plazo. También define el momento como una "paz armada".

En el intertanto, Compagnon estaría pensando cambiar la constitución de la sociedad para asignarse los mismos poderes que Valero, quien hasta el momento es el único que puede manejar la cuenta corriente principal.

Pese a las diferencias, las reuniones de los socios de Caval no han cesado en los últimos días. Este miércoles se juntaron con el abogado Andrés Levine para enfrentar la coyuntura de los correos electrónicos que aluden a "la señora" o "mami" y que son interpretados por algunos como menciones veladas a la Presidenta Bachelet. Apenas unas horas después de la cita, Levine manifestó públicamente que se refería a Compagnon cuando hablaba de "la señora", un salvavidas comunicacional para la Primera Mandataria en medio de la crisis más compleja que ha enfrentado en sus dos períodos de gobierno.