François Hollande inicia su mandato en una posición más que favorable para encarar la crisis económica francesa y abordar el debate europeo frente a la canciller alemana, Angela Merkel. El Partido Socialista controla todos los niveles del poder, desde las principales alcaldías hasta el Senado y ahora la Asamblea Nacional, donde el PS obtuvo mayoría absoluta. Un mapa político color rosa que sólo había obtenido François Mitterrand en 1981. "Hollande y el primer ministro Jean-Marc Ayrault tendrán mucha autonomía, pero se exponen a una crítica aun mayor si los resultados no llegan", asegura a La Tercera el politólogo y director general de la encuestadora Ipsos, Brice Teinturier.
¿Cuál es el mayor desafío para los socialistas ahora que controlan todas las instituciones del país?
Sería no caer en el autoencierro. Pero mucho más importante son los tiempos frente a la realidad de la crisis económica. Tienen un mandato de cinco años, pero la gente puede no ser tan paciente. De aquí a seis meses todo puede cambiar si no se ven los primeros resultados.
Esta semana revelaron un faltante de 10 mil millones de euros en el actual presupuesto. ¿La cruda realidad de la crisis anticipa más ajuste o un impuestazo?
La gente es consciente de que el déficit público es muy elevado y que hay que gastar menos y pagar la deuda. Pero Hollande ganó prometiendo justicia fiscal: una fuerte corrección impositiva a favor de las clases más modestas. Es lo que espera la gente, y si no lo hace va a chocarse con un verdadero problema social en un contexto de fuerte desempleo y caída del poder adquisitivo. Una austeridad que no esté acompañada de un plan de estímulo de la economía repetiría el mismo esquema del gobierno Sarkozy, donde sólo aplicaron recortes.
¿Le parece que la derecha del ex Presidente Sarkozy evitó la explosión pronosticada por muchos por su acercamiento a la extrema derecha?
Creo que esa explosión no se dará. La UMP perdió un centenar de diputados en las legislativas, pero están reorganizándose. Comenzó la lucha por un nuevo liderazgo, pero la urgencia es redefinir la posición dentro del espectro político. Necesitan volver a diferenciarse del Frente Nacional de Marine Le Pen, si no seguirán siendo las principales víctimas de ese acercamiento. Creo que le darán más espacio a la corriente centrista y menos a la derecha popular, que era la que buscaba esa alianza con la extrema derecha.
¿Quién es hoy el heredero más legítimo de la derecha post Sarkozy?
Por ahora, la lucha se centra en la conducción del partido y enfrenta al ex primer ministro François Fillon y al actual presidente de la UMP, Jean François Copé. Este es el mejor ubicado, porque cuenta con el apoyo de los afiliados al partido. En cuanto al candidato para las presidenciales 2017, todavía falta mucho.
¿Podría volver Sarkozy?
En política siempre puede darse una resurrección, pero en el caso de Sarkozy sería difícil. Fillon, Copé y otras figuras consideran que les llegó el turno a ellos. Harán todo lo posible para frenar su eventual retorno. Pero es seguro que Sarkozy mantendrá su influencia en el partido.
El Frente Nacional logró dos diputados. ¿Qué impacto tendrá en la nueva legislatura?
Que tengan dos diputados no es nada simbólico, porque refleja el crecimiento de la extrema derecha a nivel nacional. Y van a tener mucha repercusión mediática. En cada proyecto de ley van a intervenir, criticar y lanzar ataques contra la UMP, que es, en definitiva, donde pueden seguir ganando terreno.