El Santiago de hoy no es el mismo de 40 años atrás. Algunas calles han cambiado de nombre. Donde antes habían casas, hoy hay edificios. Y lo que antes era predio agrícola, hoy son condominios de casas.

Esa es una de las dificultades que tienen los detectives de la Brigada de Investigaciones de Derechos Humanos (DD.HH.), de la PDI, para indagar estos delitos, ocurridos entre los años 1973 y 1990. Por esto, los policías crearon un mapa que recrea al Santiago de los últimos meses de 1973.

El jefe nacional de Delitos Contra los DD.HH., prefecto Tomás Vivanco, indicó que este mapa consigna "las calles, las empresas que funcionaban en la época. El sitio del suceso cambió radicalmente, porque quizás donde antes había una fábrica, hoy hay un edificio".

Según el jefe de la PDI, la necesidad de esta herramienta, que se ha ido construyendo en los últimos dos años y se basó en un antiguo mapa hallado en la Municipalidad de Santiago, es que "como al comienzo no existía la Dina, se hacían detenciones y allanamientos en diversos lugares de Santiago", lo que hacía necesario conocer el lugar en que se mantenían a los prisioneros.

Entre los lugares que aparecen en el documento están los cuarteles y los regimientos de las Fuerzas Armadas.

El presidente de la Corte Suprema, ministro Sergio Muñoz, es quien hoy realiza el trabajo de coordinación de las causas de Derechos Humanos. El Poder Judicial determinó que existieran ministros de Cortes de Apelaciones con dedicación exclusiva a analizar estos casos. En Santiago, por ejemplo, la tarea recae en Mario Carroza.

La PDI, por su parte, creó diversas agrupaciones, cada una de las cuales trabaja con un ministro en particular. "Este año ha habido un incremento ostensible de la carga laboral, por la destinación de ministros con dedicación exclusiva. Pero la institución dotó de mayor dotación a la brigada y reclutó gente que estuvo acá anteriormente", dijo Vivanco.

Respecto a las indagatorias, el prefecto policial dijo que "lo que buscan los ministros es dónde ocurrió el hecho y quiénes, por jerarquía, tenían el mando. Si no se puede establecer el autor material, por mando se someten a proceso. Ellos tenían e l deber de conocer lo que pasaba en sus recintos".

Vivanco agregó que para investigar estos casos, por la sensibilidad que causan, se usa un protocolo especial. Por eso, cuando un nuevo detective llega a la unidad, se le tiene que hacer entender que están en un sitio "sensible". El prefecto de la PDI señaló que "lo primero que hacemos es una inducción, en que recordamos que las personas que se entrevistan son hijos o hermanos de víctimas, entonces hay que llegar a ellos con mucho tino. Por ejemplo, no ocupamos vehículos corporativos para citar a familiares".