No es un misterio que los fabricantes de automóviles, o más bien de superautos, tratan de hacer todo lo posible por lograr el ansiado récord de velocidad, y así poder ofrecer a sus clientes "el auto de producción más rápido del mundo".
Es que no es lo mismo vender el tercero o cuarto coche más veloz del planeta, que el primero, menos si la marca quiere cobrar algunos cientos de miles de dólares por la joya.
Por eso, luego de tres largos años y de varios intentos, esta semana se volvió a romper el récord de velocidad de un auto de producción. El encargado de esta vez fue el nuevo Bugatti Veyron Super Sport, la última variante desarrollada sobre el superdeportivo germano-francés, que registró una media de 431,072 km/h, crono aprovechado para presentar el auto.
Claramente, un real acierto para la publicidad del que debiera ser el último Veyron de la historia.
Así, Bugatti nuevamente vuelve al trono, que perdió en septiembre de 2007 en manos del SSC Ultimate Aero TT, cuando el deportivo estadounidense consiguió una velocidad de 412,28 km/h, en una carretera del estado de Washington.
El nuevo récord se logró en la pista de pruebas de Volkswagen en Ehra-Lessien, en presencia de miembros de la agencia de inspección técnica alemana y un representante del libro de récord de Guinness.
El Veyron Super Sport, pilotado por Henri Raphanle, logró en el primer tramo cronometrado, de norte a sur, 434,211 km/h, mientras que en la dirección contraria (tal como lo estipulan las reglas de homologación) alcanzó sólo 427,933 km/h, logrando la media de 431,072 km/h.
Una bestia
Como todos los Veyron, el Super Sport monta un motor de ocho litros W16, pero su potencia creció de 1.001 a 1.200 caballos de fuerza, mientras que el par se elevó de 1.250 a 1.500 Nm, tras sustituir sus cuatro turbos originales y los intercoolers por otros de mayores dimensiones, todo asociado a la conocida transmisión de doble embrague y siete velocidades, y al sistema de tracción integral. El chasis también se modificó, agregándose barras estabilizadoras reforzadas y nuevos amortiguadores
A la espera de que el auto se presente en el afamado concurso de elegancia de Pebble Beach, la publicación alemana www.bild.de entrega mayores antecedentes, como que el nuevo Veyron Super Sport pesa 50 kilos menos (1.840 kg) y mantiene la aceleración del modelo nomal de 2,5 segundos entre 0 y 100 km/h, mientras que de 0 a 300 km/h baja de 16,7 a 15 segundos.
El Veyron Super Sport se sumará a la gama Veyron, integrada por el Coupé y el Grand Sport, y sólo se construirán 30 unidades, que tendrán un precio de US$ 1.800.000. Eso sí, los primeros cinco clientes, que al parecer ya estarían definidos, tendrán una versión especial denominada Word Record Edition, que se distinguirá de las otras 25 porque serán de color naranjo, idéntico al del modelo que rompió el récord.
Con esta versión, Bugatti se despide del Veyron, del que se han vendido desde su lanzamiento en 2005, 271 unidades de las 300 proyectadas.