Un abrupto fin podría tener la tradición de muchos creyentes, quienes se van a sumergir al río Jordán, donde, según la tradición, San Juan bautizó a Jesús. Esto, porque el Ministerio de Sanidad de Israel ordenó un análisis que determine los niveles de bacterias en el cauce. Según el estudio de una ONG, el agua del Jordán registra un nivel de bacterias de 750, en circunstancias que el límite permitido tanto en Israel como en la Unión Europea para lugares de baño es de 200. A la espera de los resultados de los análisis, el gobierno israelí anunció que prohibirá a los peregrinos sumergirse en esas aguas y entregará información a los visitantes sobre los riesgos que reviste para la salud la condición en que se encuentra en el río.