Uno de los momentos más amargos para George W. Bush durante los ocho años de su presidencia, se produjo tras la crisis generada por el huracán Katrina y la posterior inundación de Nueva Orleans, en 2005. Así lo revela en sus memorias Decision Points, que saldrá a la venta el 9 de noviembre, en Estados Unidos. En una entrevista en el programa de Matt Lauer de NBC, Bush calificó de "repugnante" la crítica que le realizó el rapero Kanye West respecto del manejo de la tragedia gatillada por Katrina. West afirmó durante un concierto de ayuda a las víctimas que "a George Bush no le importa la gente negra".
El ex mandatario señala en sus escritos que no le gustaba que la gente dijera que había mentido sobre las armas de destrucción en Irak y el hecho de que había recortado los impuestos para beneficiar a los ricos. Pero que la sugerencia de que era un racista debido a cómo actuó frente a la crisis de Katrina representó para él el punto más bajo y doloroso de su presidencia.
En otro pasaje de sus memorias, Bush aseguró que consideró cambiar a Dick Cheney como compañero de fórmula en la campaña a las elecciones de 2004, para romper con la imagen de que era el vicepresidente quien tenía las riendas del gobierno. "Si bien Dick ayudaba con partes importantes de nuestras bases, se había convertido en una vía abierta para la crítica de medios y de la izquierda. Era visto como oscuro e inhumano: el Darth Vader de la administración", escribe. Sin embargo, Bush se convenció de que Cheney debía seguir a su lado. "No lo había elegido para ser un activo político, lo había elegido para que me ayudara a hacer el trabajo. Y eso era exactamente lo que había hecho".