La crisis le ha pegado fuerte a la cadena de ropa Fes. La compañía, ligada a Marcelo Konitzki Calderón (en la foto), nieto de Marcelo Calderón, dueño de Ripley, ha reportado una baja en sus ventas de 25% en lo que va del año, lo que la ha llevado a extremar su cautela. "Hoy no tenemos en mente nuevas aperturas, por el contrario estamos enfocados en rentabilizar nuestras tiendas y eficientar la operación", destaca Konitzki.
El empresario agrega que "la crisis a Fes llegó este año más que en 2008, ya que es ahora donde estamos viendo los efectos más reales en el consumo".
Las principales bajas de la compañía se han concentrado en las aperturas más recientes, las cuales "se encuentran en los malls nuevos que aún no presentan gran flujo", indicó Konitzki.
Actualmente, la cadena tiene 17 tiendas en el país, seis de ellas en regiones. Konitzki destaca que "el objetivo principal es que todas sean rentables. Si es que eso pasa por cerrar algunas o evaluar nuevas aperturas, ahí se verá".
La empresa, además, se encuentra analizando la posibilidad de franquiciar la marca y de comercializar la ropa en las multitiendas, procesos que, sin embargo, están "sólo en evaluación", enfatiza Konitzki.
Para 2009, Fes espera crecer un 5%, hasta los US$ 23 millones, con la expectativa de que el segundo semestre será mejor que el primero. Alza que se apoyará, además, en tres líneas de productos que esperan potenciar: Fes One, de diseñadores independientes; Fes Go, orientado al deporte, y Fes Freshka, de lencería.