A un año de haber adquirido la franquicia de Domino's Pizza, inversiones Issi, de los empresarios Jaime Sinay y Felipe Israel, ya tiene definido el plan de inversión que materializará al 2015.

La firma tuvo un comienzo "difícil", admite el gerente general de la compañía, Arturo Figueroa, a raíz del litigio que la cadena norteamericana enfrentaba con el ex operador de la franquicia en Chile, Fernando Kaminetzky. El nuevo franquiciado logró levantar, desde junio pasado, cinco locales ubicados en Irarrázaval, Rotonda Atenas, Paseo Los Domínicos, Peñalolén y Kennedy. Tres de los puntos de venta están en las mismas instalaciones de Blockbuster, también del grupo Issi. "Estamos tratando de avanzar en el concepto de vecinos entretenidos, hacer el panorama completo", resume Figueroa, quien destaca que los espacios entregados por el video club les dan una ventaja frente a sus competidores.

Bajo ese paradigma, el grupo inaugurará, como mínimo, cinco locales más este año en Santiago. Cada sucursal implica una inversión de $ 100 millones y el proyecto apunta a que vendan, en promedio, $ 20 millones al mes. "Las aperturas debieran ser en La Dehesa y Vitacura, además de La Reina", resume el ejecutivo. Para este año, proyectan ventas anuales cercanas a los $ 1.200 millones.

En 2012, los socios esperan expandir la cadena a regiones y lanzar el formato de subfranquicias.

Con todo, la compañía aspira llegar a 2015 con 30 locales, lo que le permitirá obtener ventas por $ 7.200 millones, unos US$ 14 millones. "Aspiramos, ese mismo año, a ser los número uno en calidad y ventas", resume Figueroa.

La cadena es actualmente la quinta pizzería del país, tras Telepizza, Pizza Hut, Pizza Pizza y Papa John's.

El otro Domino's

Un desafío mayor al pensado debieron superar los nuevos dueños de Domino's Pizza al inaugurar los locales.

"Además de la gran competencia que rodea al mercado de las pizzas, debimos lidiar con otro Domino's que se caía a pedazos", dice Figueroa. "Mientras nosotros abríamos tiendas bonitas, aún estaban los locales antiguos de la cadena", cuenta. Así, precisa que debieron partir con el negocio desde cero, ya que los clientes no diferenciaban uno de otro. "Al abrir las tiendas, uno se da cuenta que el daño es mayor al que se cree, puesto que el consumidor no distingue al ver el mismo ícono".

A raíz de este escenario, Figueroa destaca que la mayor tranquilidad vino cuando Kaminetzky lanzó su cadena Pizza Pizza. "Para nosotros eso fue genial, ya que ahora estamos solos con la marca", destaca. Puntualiza, eso sí, "que eso igual ha sido un trabajo duro, porque a la gente le cuesta decir 'ese ya no es más Domino's Pizza'".

Frente a la similitud que tiene Pizza Pizza con Domino's en cuanto a sus productos y a la mantención de las locaciones, Figueroa afirma que eso no le complica. "Valoro la competencia", afirma. "Que sacaran sus logos ya fue un gran avance", agrega.

Pese a los sinsabores, el balance es positivo, afirma. Positivo para los socios y para Domino's International, "ya que creo que desde 2006 que no recibía ni un peso por usar la marca".