Empezaron tímidamente en colegios como Saint George's y Los Sagrados Corazones de Manquehue. Cuando se dieron cuenta del éxito, instalaron su caja de recolección de libros en la Maisonnette, el San Juan Evangelista y el San José de Chicureo. Ahora, el salto de la empresa de emprendimiento social dedicada a recolectar textos usados y su venta posterior por internet, Green Libros, es más grande. Ayer inauguraron cuatro contenedores en la entrada de cada una de las bibliotecas de Providencia: la que está en Av. Providencia con Antonio Bellet, y las tres que funcionan como cafés literarios en el Parque Balmaceda, Parque Bustamante y Santa Isabel.
Antes de dar este paso, Green Libros estuvo recolectando ejemplares en el Liceo Tajamar, en la feria ecológica que monta la comuna, y en la Feria del Libro Infantil. "Creemos que a estos puntos van a llegar más libros y en forma constante, porque a los establecimientos llegan más textos a principios y a fin de año", asegura el jefe del departamento de Medio Ambiente del municipio, Ricardo Garrido, quien hizo el contacto con Green Libros para expandirla por la comuna. Dice que en una segunda etapa instalarían las cajas recolectoras en todos los colegios de Providencia.
Los tres pilares
Green Libros nació de la experiencia que tuvo un arquitecto chileno, Jaime Knabet, en Estados Unidos. Ahí trabajó junto al antropólogo Alan Mackiewicz en un proyecto de emprendimiento social: recogían libros usados y luego los vendían por internet. Los fondos recaudados iban a organizaciones sociales y a colegios de escasos recursos en Africa.
En 2009, ambos profesionales llegaron a Chile a hacer lo mismo. Y luego de contactar al ingeniero civil Juan Cristóbal Prieto, concretaron la idea en enero de 2010.
¿Los tres propósitos de la empresa? Ayudar a instituciones sociales, ser amigables con el medioambiente (por eso reciclaje) y que el negocio fuera autosustentable (que lo que ganaban se reinvertía).
Y el sistema funciona así: cuando los contenedores se llenan (caben cerca de 300 libros), los llaman para que recojan los ejemplares y los lleven a su bodega, recién construida en la calle Loreto. Ahí los clasifican y los limpian. "Incluso, a los libros de texto les borramos los ejercicios con goma, borrador y stickers", dice Juan Cristóbal.
Luego de ese proceso, los suben a su página web (www.greenlibros.com) o a Mercado Libre para ofertarlos un 50% más baratos. "Si uno de estos ejemplares cuesta $ 26.000, nosotros lo vendemos a $ 13.000", explica el ingeniero.
El orgullo de estos emprendedores -que en febrero de este año se ganaron un capital semilla de $ 34 millones, el que usarán como sueldo por un año para cada uno- es que han evitado que 20.000 libros hayan ido a parar a vertederos. "Fuera de eso, hemos donado 2.500 a las bibliotecas más pobres. Si eso se suma al 10% o 15% que les damos a los beneficiarios por la venta de cada libro, estamos cumpliendo con nuestra misión de ayudar a instituciones sociales y a hacer que los chilenos lean más", dice Prieto.